La Fiscalía achaca al psiquiatra Javier Criado «acoso psicológico» y confirma su petición de cárcel

El Juzgado de lo Penal número nueve de Sevilla ha celebrado este viernes la segunda y última sesión del juicio promovido para resolver la única denuncia que ha prosperado de las formuladas contra el psiquiatra hispalense Javier Criado por presuntas malas praxis y abusos sexuales sobre sus pacientes, girando este caso en torno a un presunto delito contra la integridad moral, confirmando la Fiscalía su petición de dos años de cárcel al considerar que el acusado sometió a la denunciante a «humillaciones y acoso psicológico».

En esta última sesión del juicio, tanto la Fiscalía, como la acusación particular y la defensa de Javier Criado han elevado a definitivas sus conclusiones provisionales, toda vez que el Ministerio Público reclama para el encartado dos años de cárcel, la inhabilitación, una orden de alejamiento a 300 metros y el pago de 6.000 euros en concepto de indemnización a la víctima; mientras la acusación particular solicita para él dos años y medio de prisión, la inhabilitación del psiquiatra para ejercer su profesión, una orden de alejamiento de 500 metros de la víctima y 40.000 euros de responsabilidad civil.

En ese sentido, y en su informe final, la fiscal del caso ha considerado que ha quedado acreditado que en los hechos, acontecidos a comienzos de 2015, concurre un delito contra la integridad moral de carácter continuado, recordando que la denunciante del caso celebró cuatro sesiones con el psiquiatra acusado, de 71 años actualmente, soportando un tratamiento «absolutamente soez» que Criado ha negado durante el juicio, según sus palabras.

Según la fiscal, ha quedado de relieve que a la hora de tratar a la mujer como psiquiatra, el acusado habría usado «un lenguaje soez», «humillando» repetidas veces a la paciente al centrar las sesiones en la sexualidad de la mujer y tratar con «tono jocoso» las aficiones de la misma, extremo a su entender probado por el «testimonio persistente» de la denunciante y los «datos objetivos» implícitos en los testimonios de su entonces marido, que la acompañó en la primera visita, y en los informes periciales que descartan o no confirman que la mujer sufriese el trastorno histriónico de la personalidad que le atribuye Criado.

Así, la representante del Ministerio Público ha considerado que no está probado que la denunciante sea una persona que «fabule» como consecuencia de los problemas psicológicos que padece y por los que buscaba ayuda profesional.

En ese sentido, ha señalado los testimonios de una psicóloga y un trabajador social que elaboraron un informe psicosocial respecto a la citada mujer y que consideran «verosímil» la versión de M.G.G.P., toda vez que la defensa esgrime un informe del área de Salud Mental del hospital Virgen del Rocío que detecta en ella trastorno histriónico de la personalidad, así como el dictamen de un psiquiatra que le ve un cuadro compatible con tal extremo.

«EL RESTO DE PERJUDICADAS»

Especialmente, la fiscal ha argumentado que el testimonio de esta mujer está «corroborado» por el del «resto de perjudicadas entre paréntesis» de las presuntas malas praxis y abusos sexuales achacados a Javier Criado en su actividad como psiquiatra, en alusión a los casos de las mujeres que también denunciaron a Criado ante el Colegio de Médicos de Sevilla y la Justicia, cuyas denuncias no prosperaron al estar prescritos los hechos a la hora de su denuncia por vía judicial.

Tales testimonios, según ha abundado, coinciden en todos los casos en que Criado «sexualizaba de forma constante» sus sesiones, «independientemente» del malestar o el problema concreto que refiriesen estas pacientes, algo que negaba el encartado durante el juicio, avisando de que un psiquiatra que actuase de ese modo no habría podido prosperar y mantener su actividad, encuadrando la denuncia en su supuesta negativa a proporcionar a la denunciante un informe sobre hipotéticos daños psicológicos por maltrato de pareja.

Así, la fiscal del caso ha defendido la «credibilidad» de estas testigos más allá de que los hechos denunciados por estas pacientes estuviesen prescritos en el momento de elevarlos a la Justicia, defendiendo que el testimonio de M.G.G.P. reúne los requisitos judiciales para alzarse como «prueba de cargo» para la condena y agregando que la mujer habría sido objeto de «acoso psicológico».

«CONDUCÍA TODO» AL SEXO

De tal modo, ha esgrimido como «creíbles» tales testimonios, según los cuales Javier Criado «conducía todo» el contenido de sus sesiones con las pacientes al aspecto meramente «sexual», insistiendo que en el caso de M.G.G.P., durante las cuatro sesiones celebradas Criado fue «ahondando en la humillación» de la mujer.

La acusación particular, que representa a la denunciante, se ha adherido por completo al informe final de la fiscal, modificando únicamente algunos fragmentos de sus conclusiones, para asegurar que Criado habría «abusado de su autoridad y superioridad» como psiquiatra para satisfacer sus «deseos libidinosos» con la denunciante, a la que sometía supuestamente a «vejaciones y humillaciones», con un tratamiento centrado en preguntarle sobre sexo.

Para la abogada de M.G.G.P., el testimonio de esta mujer goza de toda «credibilidad» y así habría quedado probado, descartando cualquier ánimo de «venganza» respecto a Criado. La letrada de la acusación particular también defendido como «verdad» el testimonio de las restantes denunciantes de Criado, al margen de que los hechos hubiesen prescrito cuando los elevaron a la Justicia.