Las empresas con menos de 20 empleados tienen unos conocimientos financieros «bajos»

Las empresas con menos de 20 trabajadores y las empresas de servicios de alojamiento y hostelería, construcción y otros servicios personales, donde se incluirían empresas de educación, reparaciones o lavandería, presentan unos conocimientos financieros «bajos» en comparación con las empresas de entre 20 y 49 trabajadores y con las del resto de sectores.

Así se recoge en la Encuesta de Competencias Financieras en las Pequeñas Empresas 2021 que ha dado a conocer el supervisor este viernes y que ha realizado entre propietarios de empresas con menos de 50 trabajadores que toman alguna decisión financiera, como solicitar un préstamo, buscar fuentes de financiación o resolver problemas de flujos de liquidez.

La encuesta muestra que, en particular, las empresas de entre 20 y 49 trabajadores alcanzan un mayor porcentaje de respuestas correctas sobre conceptos financieros como dividendos, inflación o la disyuntiva entre rentabilidad y riesgo que entre las empresas de menos de 20 trabajadores.

Por ejemplo, más de un 94% de los propietarios de empresas de entre 20 y 49 trabajadores entendería el concepto de dividendo, mientras que este porcentaje bajaría hasta el 89,4% en el caso de las empresas con menos de 20 trabajadores.

Por ramas de actividad, las pequeñas empresas de los sectoresde servicios empresariales y de información y comunicaciones han obtenido los mejores en conocimientos financieros, con porcentajes de respuestas correctas por encima de la media de todos los demás sectores, mientras que los sectores de otros servicios personales, servicios de alojamiento y hostelería, y construcción ha presentado un porcentaje de respuestas acertadas por debajo de la media.

En cuanto a las actitudes financieras, el Banco de España ha preguntado a los propietarios de las pequeñas empresas si establece objetivos financieros a largo plazo para la empresa y tarta de alcanzarlos; sobre si está convencido de que puede recurrir a bancos y a inversores externos para obtener financiación para la empresa; y si prefiere seguir su instinto en lugar de elaborar planes financieros detallados para la empresa.

Así, el supervisor señala que los propietarios de las empresas de más de 10 trabajadores presentan una mayor tendencia a establecer objetivos financieros a largo plazo respecto a los propietarios de empresas de menos de 10 trabajadores.

En concreto, casi un 95% de los propietarios de empresas de 10 a 19 trabajadores y un 89,5% de las más de más de 20 trabajadores está de acuerdo en la afirmación de que establecen objetivos financieros a largo plazo, un porcentaje que se reduce a menos del 85% en el caso de las empresas de menor tamaño y alcanza el 74% en empresas de un trabajador.

Por ramas de actividad, serían las pequeñas empresas del sector de información y comunicaciones las que presentarían un «valor elevado» en las tres cuestiones planteadas por el supervisor. En concreto, el 87,8% de los propietarios de empresas de esta actividad contesta que establece objetivos financieros a largo plazo y trata de alcanzarlos.

En cambio, este patrón de actitud sería «menos habitual» en las empresas de otros servicios personales, ya que presentarían porcentajes de respuesta a las tres preguntas sobre actitudes financieras «por debajo de la media» de todos los sectores.

FINANCIACIÓN DE LA JUBILACIÓN

El supervisor también ha indagado sobre algunos comportamientos financieros entre las pequeñas empresas y señala que, por lo general, «están menos generalizados en las empresas de menor tamaño«, especialmente en las de menos de cinco trabajadores.

Entre estos comportamientos, se encontrarían disponer de estrategias en caso de robo, considerar opciones de distintos proveedores de productos o de servicios financieros, si se guardan de forma segura los datos y la información de la empresa o cómo financiará su jubilación.

Con respecto a esta última cuestión, el supervisor afirma que las pequeñas empresas españolas, independientemente de su tamaño, «sobresalen por el bajo porcentaje de propietarios que han pensando en la financiación de su jubilación«, con porcentajes que oscilan entre el 50,7% y el 56,1% de los propietarios.

Finalmente, el Banco de España ha preguntado sobre el uso de los instrumentos de capital y de otras formas de financiación más recientes, como los bonos sostenibles, los business angels o la financiación participativa.

Al respecto, afirma que la tenencia de estos productos es «marginal» en las pequeñas empresas españolas. Asimismo, es limitado en estas empresas el empleo del seguro de daños materiales, y principalmente del de interrupción de negocio.

NO EXISTEN DIFERENCIAS POR GÉNERO DEL PROPIETARIO

El supervisor ha elaborado, además, dos informaciones complementarias para saber si existen diferencias por género y nivel educativo, así como el «efecto mitigador» de las competencias financieras durante la crisis de la Covid-19.

Sobre las características del propietario, el Banco de España señala que la mayoría de los propietarios, el 77,7%, son hombres, mientras que prácticamente el 70% tendría entre 40 y 49 años. Por género, el supervisor no observa diferencias importantes en los conocimientos, actitudes y comportamientos financieros.

Además, en general, las competencias financieras medias en las pequeñas empresas mejoran con el nivel educativo «tan solo si el propietario tiene formación concreta en temas relacionados con la empresa, la economía o las finanzas».

En concreto, afirma que «no existen diferencias importantes» entre propietarios que tienen, como máximo, un grado de formación secundaria postobligatoria y aquellos que tienen un grado universitario genérico, sin formación económica.

Sin embargo, el supervisor hace notar que el cuestionario no permitiría comparar los conocimientos financieros de algunas carreras universitarias particulares que, a pesar de no tener formación económica, pudieran tener un elevado contenido matemático, como las ingenierías, «por lo que este resultado debe interpretarse con cautela«.

Otras características que se asocian positivamente con las capacidades financieras, independientemente del nivel educativo, son disponer de diez años de experiencia empresarial o tener un progenitor empresario, tal y como resalta el Banco de España.

CONOCIMIENTOS FINANCIEROS Y CRISIS DE LA COVID-19

Por otro lado, la encuesta resalta que el impacto de la crisis de la Covid-19 en el nivel de facturación, en los beneficios y en la deuda habría sido bastante similar en empresas con distintos grados de competencias financieras.

Sin embargo, los efectos negativos en el empleo y en la liquidez «fueron algo menores» para las empresas que presentaban mayor nivel de competencias financieras.

Adicionalmente, un mayor conocimiento financiero estaría asociado a una probabilidad superior de solicitar y de obtener un nuevo préstamo o de beneficiarse de un aval público, mientras que esas empresas con menores conocimientos financieros sí utilizaron en mayor medida transferencias de renta, así como moratorias de alquiler.

Finalmente, existe una relación positiva entre competencias financieras y un mayor nivel de digitalización en la empresa con anterioridad a la pandemia. Sin embargo, no existe correlación de competencias financieras y un incremento de las actividades digitales tras el Covid-19.