Itxaso: los ongi etorris pueden echar al traste la resocialización que se busca con fin de dispersión

El delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso, ha enmarcado el fin de la dispersión de los presos de ETA en la apuesta del Gobierno por cumplir con el principio de resocialización de los presos y ha advertido que los «ongi etorri» a los reclusos, además de «revictimizar», pueden «echar al traste» ese proceso de reinserción.

Itxaso ha realizado estas manifestaciones en Bilbao durante la presentación de la exposición ‘Basque Way, la huella de vascos que viajaron a América sin billete de vuelta’, y, a preguntas de los periodistas, se ha referido al hecho de que se haya cerrado la política de dispersión utilizada en la lucha contra ETA tras la aprobación este jueves de siete traslados de presos, entre ellos Iñaki Bilbao y los otros tres internos que continuaban en cárceles de Andalucía.

El delegado del Gobierno ha indicado que lo que persigue el Gobierno central es «cumplir con el principio de resocialización y de reinserción que consagra la Constitución para las penas privativas de libertad».

«No concebimos que las penas privativas de libertad, cuando alguien entra en la cárcel, sea por una cuestión de venganza ni un mero castigo, que también es un castigo, pero es una oportunidad de reinserción», ha añadido.

Itxaso ha manifestado que, en algún momento de la historia, se entendió que esa reinserción y resocialización no se podía llevar a cabo «por los cauces normales» cerca de «los entornos de radicalización y, si todos los presos de ETA estaban juntos», pero ahora, sin embargo, se considera -y de hecho así lo están entendiendo las juntas de tratamiento en las cárceles y lo más importante los jueces de Vigilancia Penitenciaria- que se está produciendo esa «evolución y ese reconocimiento del daño causado».

Por lo tanto, ha asegurado que, como consecuencia de ello, se producen «avances de grados o traslados», pero ha indicado que «no hay que perder de vista que de lo que se trata es de que la persona que sale de la cárcel después de un tiempo sea distinta a la que entró».

«Por tanto, si las Juntas de Tratamiento y los jueces de vigilancia penitenciaria entienden que esa evolución, esa transformación de la persona que es intransferible se produce mejor en esta nuevas condiciones y en entornos más cercanos a las de sus familias, eso es lo que hay que hacer», ha manifestado.

En relación a si cree que este fin de la dispersión puede contribuir a la normalización en Euskadi, ha afirmado que, «evidentemente, la manera de proceder no puede ser la misma ahora», ya que, «por fortuna» han pasado ya 10 años desde que ETA fue derrotada».

«Es evidente que estamos consiguiendo leer la página, la famosa página, antes de pasarla hay que leerla, y yo creo que estamos viviendo momentos en los que somos capaces de advertir con mucha mayor nitidez, con mucha mayor claridad -la historia y el tiempo también dan perspectiva para ello y ayudan- lo atroz que fue todo aquello»,

Itxaso ha añadido que, cuando se producen «gérmenes de odio» y «brotes de intolerencia» contra un exconcejal del Partido Popular en Vitoria como Iñaki García Calvo o contra el hijo de Carlos Iturgaiz en un partido de fútbol, la sociedad es más capaz de «advertirlo, de identificarlo y de denunciarlo». En su opinión, «ese es el camino».

Por otra parte, ha indicado que es importante que «no se produzcan idealizaciones de ningún tipo para aquellas personas que cometieron crímenes con recibimientos extemporaneos a todas luces», que, además de «revictimizar a las personas que tanto han sufrido, hurtan al preso la posibilidad de resocializarse y de reinsertarse».

«No hay que perder de vista que esas personas han estado durante un tiempo, no corto precisamente, en la cárcel haciendo ese proceso y, cuando salen, si son recibidos como auténticos héroes están echando al traste todo ese proceso, están dificultando esa reinserción porque la sociedad no les va a recibir de la misma manera si siguen reivindicando su pasado, que si lo hacen habiendo asumido, de alguna manera, el dolor que han ocasionado a tanta gente», ha manifestado.

Itxaso ha insistido que, en el caso de los «ongi etorris» se trata, en primer lugar, de «no revictimizar y no reabrir la herida de quién tanto ha sufrido, idealizando el pasado de alguien que ha cometido crímenes», algo «fuera de toda lógica». Junto a ello, ha insistido en que se «da al traste» con un proceso que «ha costado tiempo para ese preso que ha estado en la cárcel, que ha hecho una trayectoria personal, intransferible, un reconocimiento, -el mejor de los casos del dolor causado-«.

«Y, si cuando sale, se le devuelve a la casilla de salida, se idealiza todo aquello por lo que fue juzgado y encarcelado, echas al traste todo. Y los tiempos de la convivencia exigen reconocer el dolor causado, cerrar heridas, y, de alguna manera, respetar y honrar a las víctimas de terrorismo, por cierto, de cualquier terrorismo, de cualquier ejercicio de violencia, y ahí caben las víctimas de ETA pero también las víctimas del GAL, del Batallón Vasco español, del GRAPO y del yihadismo que todavía desgraciadamente persiste. Ese es el camino», ha concluido.