Navarro lamenta que España no sepa «venderse» como referente en Seguridad Vial

El director general de Tráfico, Pere Navarro, ha lamentado que España no sepa «venderse» como referente europeo y mundial en seguridad vial pese a que los datos del país sean «espléndidos».

«Todos podemos sentirnos legítimamente orgullosos», ha celebrado Navarro, que ha recalcado cómo España se ha convertido en un referente europeo en seguridad vial, lo cual tiene «un especial mérito», ya que se trata de un país con gusto por la fiesta y por la movilidad.

No obstante, España tiene un «problema». «Hay países que hacen y no venden, y países que hacen y no venden», ha señalado, afirmando que España se encontraría en este segundo grupo. «No sabemos vender y estos datos son espléndidos», ha advertido.

En este sentido, ha reconocido que envidia a Suecia, ya que también es un referente pero, en cambio, «todos sus ciudadanos están orgullosos», pues han hecho de la seguridad vial un «icono» y desde el Gobierno y las empresas suecas venden al exterior la excelencia sueca en este ámbito. «Esto es un poco lo que nos falta a nosotros, primero creérnoslo, y que todo el mundo esté orgulloso», ha dicho Navarro, que considera que el éxito de España se ha debido a que se ha producido una «revolución silenciosa».

El director general de Tráfico atribuye parte del éxito al consenso que ha recabado la seguridad vial en el país a lo largo de los años: «La seguridad vial no es de derechas ni de izquierdas; hemos conseguido preservarlo por encima del rifirrafe con un cierto nivel de consenso».

Sin embargo, todavía hay algo que «falla». «Somos buenos comparativamente en vigilancia y control, pero en educación y formación es donde yo creo que todavía tenemos un cierto recorrido y algo pendiente para hacer», considera.

Así lo ha expresado durante una mesa redonda celebrada este miércoles en el marco de la presentación del libro ‘Del Infinito al Cero: Así lo hicimos’, elaborado por Fundación Mapfre, que recoge los testimonios vivos de más de 50 protagonistas de la seguridad vial en España en las últimas tres décadas, y que analiza, además, los factores que han hecho posible que España haya pasado de estar a la cola de Europa, a finales de los años 80, a ocupar uno de los puestos destacados por sus relativamente bajas tasas de siniestralidad.

Según recuerda el libro, el número de víctimas mortales de accidentes de tráfico ha pasado de 9.344 en 1989 a 1.755 en 2019 en España, lo que representa una reducción del 80%, una cifra que en 2019 situó a España como el sexto país con menor tasa de fallecidos por tráfico, detrás de Suecia, Irlanda, Malta, Dinamarca y Luxemburgo. Si bien, en 2020, España ascendió a la cuarta posición en dicho ranking.

«LA PANDEMIA DE LA VIOLENCIA VIAL»

Durante el acto también ha participado el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien ha hecho un repaso de los «hitos» de España en la historia reciente del país en lo que a seguridad vial se refiere. Así, ha destacado desde la aprobación de la Ley de Tráfico en 1990, a la creación de la Comisión de Seguridad Vial del Congreso, la introducción del carné por puntos en 2005, la reforma del Código Penal en materia de tráfico y la creación de una Fiscalía de Sala de Seguridad Vial en 2007, hasta las últimas normativas del Gobierno, como la reducción de la velocidad máxima en carreteras convencionales a 90 km/h o la reducción del límite en ciudades a 30 km/h.

Todos estos «hitos» han evidenciado una «lección», según el ministro: que «los accidentes son evitables si se toman las decisiones correctas y se adoptan las medidas adecuadas». «En 1989, el peor año de nuestra historia, fallecían 25 personas cada día; en los últimos años, esta tasa ha caído a 5», ha celebrado Marlaska, que también ha recalcado que durante la década 2001-2010, se redujeron las víctimas un 55%, mientras que en el periodo 2011-2020, la cifra de víctimas se ha reducido otro 44%, cuando ese descenso ha sido del orden del 36% en la UE.

Una segunda enseñanza aprendida durante estos últimos años es, según Marlaska, que las decisiones tomadas y las medidas adoptadas deben ser gestionadas por una organización consolidada que lidere la política de seguridad vial. «Es el caso de la DGT, creada hace más de 60 años», ha defendido el ministro, destacando también la labor de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (ATGC), que lleva prestando servicio en materia de seguridad vial de manera «ejemplar» durante más de 60 años.

ADVIERTE DEL REPUNTE DE FALLECIDOS ESTE 2021

No obstante a todo lo anterior, el máximo responsable de Interior ha advertido de que este 2021 está habiendo un repunte de fallecidos en las carreteras. En este sentido, ha alertado de que en el último fin de semana, hasta 22 personas perdieron la vida en vías interurbanas, el peor fin de semana de los dos últimos años, lo que supone una «frustración máxima» para su Departamento. «Es un dramático paso atrás», ha lamentado.

En lo que va de año, han muerto en las carreteras un total de 404 personas, de las cuales 161 son usuarios vulnerables (peatones, ciclistas y motoristas). En junio de 2020, se produjeron 78 fallecimientos, mientras que en lo que va de junio de este año, ya han muerto en las vías interurbanas 61, por lo que ha llamado a la «prudencia» de todos los ciudadanos.

«No podemos seguir así, entiendo que tenemos necesidad de libertad, de salir, de movernos, de disfrutar de la vida, pero no de cometer imprudencias hacia nosotros y el resto de ciudadanos», ha comentado el ministro, que también ha instado a «recuperar la responsabilidad al volante». «Te matas o te matas», ha dicho explícitamente.

Durante su intervención, ha hablado de lo bien que va el ritmo de vacunación y de cómo España se ha ido recuperando de la pandemia, pero con respecto a la seguridad vial, ha querido hacer un llamamiento a no caer en la «pandemia de la violencia vial».

«Debemos leer nuestros aciertos, que son muchos, pero también los errores del pasado para poder mejorar nuestras políticas en materia de seguridad vial», ha concluido el ministro, que se ha mostrado, no obstante, optimista con llegar al objetivo de cero fallecidos y heridos en 2050. «Podemos conseguirlo», ha zanjado.