Expertos aconsejan que los pacientes hematológicos sean prioritarios en la vacuna

La Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) ha impulsado un documento de recomendaciones de vacunación en pacientes hematológicos, en colaboración con la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH), la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) y 11 grupos cooperativos de investigación, en el que aconseja que los pacientes hematológicos y trasplantados de médula ósea sean prioritarios en la estrategia de vacunación frente al Covid-19.

Y es que, la mortalidad global por COVID-19 en los pacientes hematológicos, y especialmente los que tienen hemopatías malignas, se sitúa en torno al 30 por ciento y entre el 20 por ciento y el 30 por ciento en receptores de trasplante hematopoyético. Esta mortalidad es llamativamente más elevada que la de la población general y que la de los pacientes con tumores sólidos (entre el 11% y el 23%).

Además, los pacientes hematológicos más vulnerables son aquellos con edad avanzada, estado general debilitado, neutropenia (número anormalmente bajo de neutrófilos en la sangre), enfermedad activa, tratamiento con anticuerpos monoclonales y leucemia mieloblástica aguda o neoplasias linfoproliferativas.

Por todo esto, las organizaciones han señalado que los pacientes hematológicos y receptores de trasplante hematopoyético deberían ser grupo prioritario en la vacunación frente al SARS-CoV-2, al igual que sus convivientes y/o cuidadores adultos.

Las enfermedades hematológicas, y muy especialmente las hemopatías malignas, difieren «enormemente» en sus características, tratamientos, grado de inmunodepresión y riesgo de morbimortalidad de las diversas complicaciones infecciosas.

Por eso, se han elaborado recomendaciones individualizadas y diferenciadas para pacientes con leucemia mieloblástica aguda, leucemia linfoblástica aguda, leucemia linfática crónica, mieloma múltiple y gammapatía, síndromes mielodisplásicos, neoplasias linfoproliferativas, neoplasias mieloproliferativas, aplasia medular y hemoglobinuria paroxística nocturna, y mastocitosis, así como para pacientes anticoagulados o con diátesis hemorrágica y receptores de trasplante hematopoyético y de terapia CAR-T.

Atendiendo a la elevada mortalidad de la infección por SARS-CoV-2 en los pacientes hematológicos, y especialmente los que tienen hemopatías malignas, la mayoría de expertos ha abogado por la vacunación, aunque el grado de inmunización y protección sea inferior al de la población general, habida cuenta de la seguridad de las vacunas inactivadas.

Por lo tanto, estos pacientes deberían tener la relación beneficio-riesgo más alta de la vacunación. En cada caso y para cada enfermedad, se debe sopesar el beneficio de una protección inmediata frente a un retraso de la vacunación para mejorar la probabilidad de respuesta.

Los pacientes pueden ser vacunados con cualquiera de las vacunas disponibles, a excepción de las atenuadas y de las vectorizadas por agentes virales replicantes. Es posible que la protección sea más corta en pacientes inmunodeprimidos que en individuos sanos, como ocurre con otras vacunas, por lo que habría que valorar una dosis de refuerzo.

Los 11 grupos cooperativos de investigación que han participado en el documento son: Grupo Español de Trasplante Hematopoyético (GETH); Grupo Español de Síndromes Mielodisplásicos (GESMD); Grupo Español de Leucemia Linfocítica Crónica (GELLC); Grupo Español de Leucemia Mieloide Crónica (GELMC); Grupo Español de Enfermedades Mieloproliferativas Crónicas Filadelfia Negativas (GEMFIN); Grupo Español de Linfomas y Trasplante Autólogo de Médula Ósea (GELTAMO); Programa Español de Tratamientos en Hematología (PETHEMA); Grupo Cooperativo de Estudio y Tratamiento de las Leucemias Agudas y Mielodisplásicas (CETLAM); Grupo Español CAR (GECAR); Grupo Español de Mastocitosis Sistémica Avanzada (GEMAST); e Instituto de Estudios de Mastocitosis de Castilla-La Mancha (CLMast).