La Xunta recibirá para el domingo 500 vacunas, que dispensará en una residencia

La Xunta recibirá para el próximo domingo 500 vacunas contra la covid-19, que dispensará en una residencia de mayores correspondiente al área sanitaria de Santiago de Compostela por ser la zona que registra una incidencia más elevada del virus.

De ello ha informado este miércoles el presidente del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo, que ha explicado que el centro será el que las autoridades de Sanidade y Política Social «consideren oportuno».

«Considerando que solo son 500 dosis y que tenemos que reservar la mitad de las dosis para las personas que vacunamos con la primera, entendemos que nos llegarán aproximadamente para una residencia de Santiago», ha señalado.

Feijóo ha confiado que «el domingo por la noche o el lunes de madrugada» la Xunta «empiece a recibir más vacunas», que desplegará en residencias de las distintas áreas sanitarias de forma conjunta. «La enfermería llegará a una residencia de tercera edad y vacunará a todo el personal ingresado y a sus cuidadores», ha explicado.

El máximo mandatario autonómico ha detallado que la Xunta dispensará de este modo durante las primeras semanas del mes de enero para «intentar llegar a las 37.000 personas» de estos centros, que serán las que recibirán la vacuna en una primera fase.

También en esta primera fase, una vez cubiertas las residencias, se vacunará a los profesionales sanitarios que trabajan en plantas covid. Tras ello, ha señalado que se continuará por los servicios de urgencias, UCI y centros de salud.

REPARTO POR «CRITERIOS SANITARIOS»

El titular de la Xunta ha asegurado que la «información» de la que dispone el Gobierno gallego sobre la llegada de las dosis «va cambiando». «Lamentablemente nos van disminuyendo el número de vacunas que vamos a recibir, por lo menos el primer día», ha sostenido para recordar que la vacunación también está siendo abordada en la reunión que este miércoles mantiene el Consejo Interterritorial de Sanidad.

Feijóo ha mostrado su temor de que «haya un baile de vacunas que pueda responder no a criterios estrictamente sanitarios». «Pero aquí estamos hablando de un problema sanitario», ha afirmado. «El criterio tiene que ser el criterio correcto, que es el número de personas vulernables. El número de personas vulnerables son todas aquellas mayores de 65 años», ha subrayado para afirmar que «tiene sentido que el número de vacunas que reciba cada comunidad autónoma atienda a ese único criterio».

De este modo, ha sostenido que, una vez que se haya vacunado a las personas de más de 65 años y al personal sanitario «se podrá, sin ninguna duda, atender al número de personas en su conjunto».

REGISTRO DE VACUNACIÓN

En su intervención y preguntado al respecto, el titular de la Xunta también se ha mostrado a favor de la existencia de un registro de personas vacunadas. «Y esas personas vacunadas tendrán una garantía superior para acudir a determinados eventos masivos en los que hay aglomeraciones porque acreditarán que están inmunizadas», ha indicado.

Sobre esta cuestión, ha expresado que le gustaría que «el sistema y el procedimiento» que se va a emplear fuese consensuado en el Consejo Interterritorial de Salud. «Nos gustaría que en toda España hubiese el mismo modelo, la misma sistemática, la misma metodología y el mismo contenido», ha indicado.

Por ello, ha asegurado que le parece «bien» la propuesta hecha a este respecto por la Junta de Andalucía. «Es cierto que entre una persona inmunizada y otra persona que no lo está, la persona inmunizada debe de tener algunas posibilidades adicionales para considerarla persona sin riesgo», ha afirmado.

ALMACENAJE Y DISTRIBUCIÓN

Las vacunas que reciba Galicia serán almacenadas a una temperatura de entre -80 y -60 grados en un único ultracongelador en Santiago, donde permanecerán controladas, con grupo electrógeno propio y seguimiento continuo de temperatura. A esta temperatura y sin luz pueden conservarse un máximo de seis meses.

Desde este punto, diariamente, serán trasladadas en un furgón adaptado las dosis que vayan a utilizarse, en una primera fase en las residencias de ancianos, de las que se hará una programación diaria. Las vacunas irán en una caja isotérmica que las mantendrá a entre 2 y 8 grados de temperatura, con lo que tardarán unas tres horas en descongelarse.

Con este procedimiento y a esta temperatura, según han explicado los expertos, las vacunas pueden conservarse hasta un máximo de cinco días sin reconstituir y seis horas sin degradarse una vez reconstituidas.

A su llegada a cada centro residencial, el equipo de enfermeras que se encargará de su administración controlará su correcta recepción, así como que el medidor electrónico de temperatura indica que han permanecido siempre a entre dos y ocho grados. En total, se espera que el tiempo de transporte desde el almacén central a los distintos puntos de vacunación no supere las tres horas.

Para aquellas vacunas que, por alguna circunstancia –como que el usuario al que esté destinada se encuentre enfermo– no puedan administrarse y registrarse, la Xunta ha establecido una logística inversa que recogerá cada jornada las dosis sobrantes que, mantenidas a la temperatura correcta, son hábiles durante cinco días.

DOSIS NOMINALES Y CERTIFICADO

Las dosis saldrán diariamente del centro de distribución asignadas nominalmente para cada uno de los usuarios. Para ello, se elaborará un listado de residentes y se especificará aquellos que aceptan ser vacunados y quienes no, los cuales tendrán que expresar esta decisión por escrito. Cada vacuna administrada se registrará con el nombre y la fecha de administración y se controlarán todos los parámetros. A los 21 días, a cada usuario vacunado se le inyectará la segunda dosis.

Entre los elementos propios que se pondrán en marcha son la inclusión en la historia clínica electrónica de cada persona de un certificado de vacunación que podrá descargarse y que podrá tener el paciente, así como un ‘código vacuna’ que permitirá activar al 061 en caso de que se detecte algún tipo de incidencia o reacción.

Los expertos han señalado que la vacuna es totalmente segura y que, en todo caso, produce efectos adversos habituales en otro tipo de profilaxis, como el dolor en la zona de punción, dolor de cabeza o malestar temporal.

A LO LARGO DEL MES DE ENERO

En plan gallego, en consonancia con el estatal, vacunará primero a los usuarios y trabajadores de residencias sociosanitarias, a grandes dependientes y a sanitarios que trabajen en primera línea contra la enfermedad. En una segunda fase, se extenderá al resto de profesionales sanitarios y sociosanitarios y a ciudadanos con factores de riesgo. En tercer lugar estará el resto de la población, con excepción de mujeres embarazadas y menores de 16 años, para los que todavía no hay evidencia suficiente sobre su seguridad.

La Xunta confía, en función de la cadencia con la que vayan llegando las dosis, que la población residencial pueda haber recibido la primera dosis de vacuna en torno a finales de enero o principios de febrero, para empezar entonces con el siguiente grupo. Sin embargo, dependerá de la cifra de vacunas que se tengan, así como de la llegada de dosis de otros laboratorios que se encuentran en fase de autorización.