El Consejo de Ministros ha autorizado este martes la transferencia por un importe global de casi 20 millones de euros en concepto de contribuciones voluntarias dirigidas en su mayor parte a los fondos y agencias de Naciones Unidas con mayor necesidad de recursos para hacer frente al impacto de la COVID-19 en todo el mundo.
Estas ayudas, por un montante global de 19.997.086 euros, complementan a las cuotas anuales obligatorias derivadas de la participación de España en diversos organismos internaciones. En esta ocasión, se han sometido a la autorización del Consejo de Ministros 39 contribuciones voluntarias a otros tantos organismos y programas.
Entre ellos destacan las destinadas a la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), ONU Mujeres, la Organización Mundial de la Salud, el Programa de la ONU contra el VIH-SIDA, Malaria y Hepatitis C (UNITAID), la Organización Internacional de las Migraciones, el Fondo de Consolidación de la Paz de Naciones Unidas, el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), o el Fondo de Cooperación Técnica del Organismo Internacional de la Energía Atómica.
Las contribuciones voluntarias permiten que el Gobierno dirija periódicamente los recursos disponibles a aquellos proyectos con mayor impacto en las grandes políticas globales como salud o género. Así, el Ejecutivo considera estas ayudas una herramienta esencial para financiar aquellas instituciones internacionales que se alinean con los valores e intereses de la política exterior española, con lo que permiten posicionar a España en el seno de estos organismos, y promover sus intereses y objetivos políticos.
Así, de acuerdo con sus prioridades políticas, España realiza regularmente contribuciones voluntarias a diversas organizaciones dedicadas a la defensa y promoción de los Derechos Humanos, en particular la igualdad de género, al fortalecimiento de la paz y la seguridad internacionales, a la lucha contra el terrorismo y el crimen internacionales, a la promoción del desarrollo sostenible y a la política de desarme, singularmente en la eliminación de armas de destrucción masiva.
Así, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha destacado que el sistema de Naciones Unidas se erige como el foro «idóneo» para potenciar el multilateralismo en un mundo cada vez más interconectado. De este modo, las agencias, gracias a los recursos de los estados, son capaces de impulsar proyectos con impacto real en las personas, ha recordado el departamento de Arancha González Laya.
Una labor de cooperación que se ve reforzada por la de otros organismos regionales como la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) o la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).