Alergia al deporte: Síntomas que podrían explicar por qué no haces ejercicio

En muchas ocasiones hemos escuchado en son de “broma” la frase sufro de alergia al deporte, y normalmente se utiliza cuando no disfrutamos practicar una actividad deportiva y no queremos hacerlo más, pues los estudios científicos han demostrado que la alergia al deporte si existe, pero no es como la imaginamos.

Se le conoce como anafilaxia inducida por el ejercicio y es un problema de salud que puede llegar a desencadenar graves consecuencias si no lo tomamos con la seriedad que se merece.

Y es que la anafilaxia inducida por el ejercicio o alergia al deporte como se le conoce, suele ocurrir durante o después de haber practicado alguna actividad deportiva y se debe básicamente a la reacción del sistema inmune ante la actividad física practicada, lo que le lleva a producir una sustancia conocida como histamina, que al final es la causante de los síntomas alérgicos.

A continuación te contamos todo lo que debes sobre la alergia al deporte, los síntomas, las causas y el tratamiento para que los tomes en cuenta la próxima vez que vayas a hacer ejercicio y no tengas ganas.

Anafilaxia  inducida por el ejercicio o alergia al deporte

Anafilaxia  Inducida Por El Ejercicio O Alergia Al Deporte
Anafilaxia  inducida por el ejercicio o alergia al deporte

También se le conoce como síndrome de anafilaxia inducida por el ejercicio y se viene estudiando desde el año 1979, se trata de una alergia alimentaria que se activa tras la práctica de alguna actividad física, es decir, la alergia no es al deporte, sino a los alimentos que se consumen antes de practicar un deporte.

La alergia al deporte por lo general está asociada a la ingesta de determinados alimentos y en algunos casos, medicamentos, suele manifestarse de diferentes maneras, desde una urticaria hasta una anafilaxia, que es esa sensación de falta de aire que caracteriza los cuadros alérgicos extremos.

Este tipo de alergia puede ocurrir a cualquier edad, el único factor asociado a ella es la ingesta de algún alimento o medicamento, que en condiciones normales no provocaría ninguna reacción alérgica, pero que al practicar alguna actividad física una o dos horas de ingerirlo puede llegar a generar un cuadro alérgico severo.