WWF exige el cierre de las granjas de visones en España por seguridad sanitaria

La organización conservacionista WWF ha exigido el cierre «inmediato» de todas las granjas de visón americano por seguridad sanitaria frente a la Covid-19, ya que esta especie tiene capacidad potencial de generar mutaciones del virus SARS-COV-2 y por los efectos dañinos contra el medio ambiente que puede provocar, al ser considerada una especie invasora.

La reclamación se produce después de que la Xunta de Galicia haya anunciado el sacrificio de 3.000 visones tras detectarse el jueves un brote de coronavirus en una granja peletera en A Baña (La Coruña).

Es el segundo caso de infección de visones con coronavirus en España, después de que el pasado verano en La Puebla de Valverde (Teruel) se sacrificaran 92.700 animales. Pero para la ONG, el caso de Galicia es «mucho más preocupante» ya que Galicia alberga el 80 por ciento de las granjas de visón americano de España y, en plena tercera ola de la pandemia.

WWF lleva meses alertando del riesgo de las granjas de visón para la salud humana porque actúan como reservorios del virus y considera que constituyen una «actividad de dudosa ética y de enorme riesgo para la biodiversidad, dado el carácter invasor del visón americano».

Por este motivo, vuelve a pedir al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación el cierre inmediato de todas las granjas y la prohibición «definitiva» de la actividad peletera.

WWF denuncia que las granjas aumentan el riesgo para trabajadores, familiares y vecinos además de que se incrementa «el peligro evidente» de que se produzcan mutaciones y se originen nuevas cepas, como ha ocurrido en Holanda y Dinamarca.

La ONG exige a las autoridades competentes que tomen muestras sistemáticas de animales y trabajadores aunque no presenten síntomas, así como realizar autopsias a una muestra de visones muertos en todas las granjas y secuenciar el virus detectado en personas y animales del entorno de la granja que permita descartar contagios cruzados (algo que no se hizo en el brote de la granja de Teruel).

«Es imprescindible que además de los correspondientes análisis a los animales, se realicen PCR a los trabajadores y a todas las personas que han visitado la granja de A Baña en los últimos 15 días para conocer el impacto real de este brote», reitera la ONG.

El secretario general de WWF, Juan Carlos del Olmo, se pregunta si habrá que espera a que se produzcan infecciones en todas y cada una de las granjas para cerrar esta actividad. «¿Se tienen que seguir exponiendo los trabajadores y sus familiares, amigos, vecinos a un riesgo innecesario hasta que se produzca este cierre?», interpela.

Del Olmo no entiende por qué la Xunta de Galicia y el Gobierno de España se empeñan en mantener «una actividad peligrosa» para la salud y dañina para el medio ambiente que ya «está siendo prohibida en la mayor parte de los países de nuestro entorno».