El FMI elogia la respuesta de China a la crisis

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha constatado la rápida recuperación de China del impacto de la pandemia de Covid-19 impulsada por la fortaleza y determinación de las medidas de contención y estímulo aplicadas, que permitirán un crecimiento del PIB en 2019 del 1,9%, el mayor entre las principales economías mundiales, aunque el rebote previsto para 2021 será algo más débil, con una expansión del 7,9% en vez del 8,2% anticipado, por los desequilibrios económicos del país.

En concreto, las nuevas previsiones del FMI tras la visita al país de los técnicos de la institución internacional apuntan a una expansión del PIB chino del 1,9% en 2020 y del 7,9% en 2021, que se moderará un año después al 5,7% y al 5,6% en 2023, mientras que en los dos años posteriores será del 5,5% y del 5,4%, respectivamente.

En cuanto a los precios, las proyecciones del Fondo anticipan una tasa de inflación del 2,4% en 2020, que se moderará al 0,5% este año para repuntar al 1,9% los dos años siguientes y alcanzar el 2% en 2024 y 2025.

«La economía china continúa recuperándose rápidamente de la pandemia, ayudada por un fuerte esfuerzo de contención y medidas políticas rápidas para mitigar el impacto de la crisis», destaca el consejo ejecutivo del FMI en su evaluación del ‘Artículo IV’ de China, en el que hace hincapié en el apoyo brindado a la recuperación mediante políticas macroeconómicas y financieras, protegiendo a las empresas más afectadas y salvaguardando la estabilidad financiera al inyectar liquidez al sistema bancario.

Asimismo, la institución valora el esfuerzo de Pekín al aumentar el desembolso y la cobertura del seguro de desempleo para ayudar a los hogares vulnerables y la introducción de desgravaciones fiscales y la exención de contribuciones sociales por parte de los empleadores, lo que elevará el déficit al 18,2% del PIB en 2020 desde el 12,6% en 2019.

De este modo, a pesar de que los directores ejecutivos «elogiaron a las autoridades (chinas) por la eficacia de las medidas de contención y el rápido apoyo de las políticas macroeconómicas y financieras para mitigar el impacto económico de la pandemia» también señalaron que el crecimiento del gigante asiático «seguía siendo desequilibrado», por lo que la política fiscal, monetaria y estructural deberían apuntar a fortalecer la demanda privada para permitir un crecimiento más equilibrado a mediano plazo.

En este sentido, la directiva del FMI recomendó seguir adelante con las políticas monetarias y fiscales moderadamente favorables hasta que la recuperación sea sólida, advirtiendo, no obstante, de que, en el medio plazo, la consolidación fiscal será necesaria para garantizar la sostenibilidad de la deuda.

Al mismo tiempo, los miembros del directorio también pidieron la introducción de mejoras en la red de seguridad social para reducir los ahorros preventivos, lo que combinado con una mayor progresividad en el sistema tributario ayudaría a abordar la desigualdad de ingresos.

Por otro lado, el FMI señaló «el importante papel a desempeñar» por China, junto con sus socios, en apoyo de un sistema de comercio internacional abierto y basado en normas, mientras que acoge con satisfacción la intención de China de adoptar un papel importante en los esfuerzos multilaterales para abordar los desafíos mundiales más apremiantes, incluida la puesta a disposición de cualquier vacuna aprobada desarrollada en China para otros países y la mitigación del cambio climático.