Fitch destaca la fortaleza de los principales activos de Telefónica

Fitch Ratings destaca que la calificación de Telefónica, ‘BBB’ con persectiva ‘estable’, se ve respaldada por la fortaleza de sus principales negocios, especialmente España; las inversiones realizadas en el despliegue de fibra óptica y una cartera de activos «eficaz», pero advierte de que la evolución de los tipos de cambio supone un «riesgo clave» a la baja para su rating.

En un comunicado, Fitch resalta que Telefónica ha establecido una «fuerte posición» como operador incumbente en España, que sirve de «base sólida» para el conjunto del grupo de telecomunicaciones. De hecho, remarca que el alcance de su negocio en el país es «suficiente» para apoyar un rating en categoría de grado de inversión.

En este sentido, señala que España es un país «competitivo» y con un alto grado de penetración de los paquetes convergentes de telefonía fija y móvil, pero señala que la inversión realizada en fibra y en contenidos por Telefónica le ha permitido construir una posición de liderazgo en el sector de las telecomunicaciones del país.

Además, destaca la posición líder en Europa de España en cuanto al despliegue de fibra óptica, gracias a un entorno regulatorio constructivo, que incluye el acceso a los conductos y postes de Telefónica por parte de otros operadores y acuerdos de coinversión o compartición de redes, lo que ha llevado a que el coste del despliegue de fibra en España sea de los más baratos de Europa.

Por otro lado, Fitch también considera una «fortaleza clave» para Telefónica el enfoque de la dirección de la operadora sobre su cartera a la hora de la asignación de capital. Así, apunta que la apuesta por ingresos procedentes de tecnologías emergentes y por sus cuatro mercados principales (España, Brasil, Alemania y Reino Unido) debería permitirle invertir en estos negocios en los que está mejor posicionada.

En concreto, hace referencia a la fusión de su negocio de telefonía móvil en Reino Unido O2 con las operaciones de cable de Virgin Media, propiedad de Liberty Global, operación que debería generar «sinergias considerables» y crear un «fuerte» competidor convergente.

Respecto al proceso en marcha de escisión de su negocio en América Latina, excluido Brasil, en una unidad de negocio independiente, la agencia cree que puede ser positivo para su rating. Así, estima que podría tener un efecto «moderado» en su desapalancamiento, que podría ser más sustancial si vende alguna participación mayoritaria.

GESTIÓN FINANCIERA

Por otro lado, Fitch considera «mesurada» la política financiera de Telefónica, con un enfoque equilibrado entre la gestión de la deuda y la remuneración de los accionistas. Sin embargo, prevé que su endeudamiento neto alcance las 3,7 veces en 2020, cuando el umbral para una rebaja es de 3,6 veces.

A este respecto, calcula que la depreciación del real brasileño ha realizado una aportación negativa de tres décimas a la ratio de endeudamiento y advierte de que este riesgo derivado de los cambios no lo tienen otros operadores equivalentes y podría suponer una amenaza para el rating si empeora.

En este contexto, considera que la amplitud y el alcance de su negocio ofrece a la compañía oportunidades inorgánicas para reducir su deuda que no tienen otros operadores más pequeños o menos diversificados y apunta que la voluntad de la compañía de recurrir a ellas le permite mantener su rating.

La agencia recuerda que la crisis de eurozona de 2008-2012 y su impacto directo en la deuda y la liquidez llevaron a Telefónica a vender una serie de activos no estratégicos y participaciones minoritarias, pero no cree que la compañía se enfrente actualmente a la misma presión. «No obstante, la empresa conserva esta flexibilidad, incluido el valor de Hispam», apunta.