Por qué no deberías decirle mentiras piadosas a los niños

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Las mentiras piadosas que se les dicen a los niños podrían no ser tan inofensivas como nos creemos. Todos hemos dicho alguna a hijos, sobrinos o hermanos pequeños. “No te portes mal que viene el hombre del saco”, “si ves demasiado la televisión te vas a quedar ciego”…ese tipo de cosas. Y no es solamente que las hayamos dicho, sino que también hemos estado al otro lado y hemos sido nosotros los que picábamos con esas mentirijillas cuando éramos críos. 

Según han establecido un grupo de psicólogos y científicos tras una serie de investigaciones, estas mentiras podrían tener efectos negativos a largo plazo. Principalmente, aseguran, tienden a hacer a los niños más inseguros y ansiosos cuando llegan a la adolescencia. Aunque sea una forma rápida y sencilla de “controlar” el comportamiento de los niños, es preferible no recurrir a ella e intentar ir con la verdad por delante.

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Información ambigua e incertidumbre

Niños

Los investigadores aseguran que esas mentiras en apariencia inofensivas son un método educativo al que los padres recurren con asiduidad. No obstante, antes de hacerlo deberían tener en cuenta que las habilidades cognitivas de los niños están poco desarrolladas, por lo que para ellos puede ser resultar difícil encajar esas mentiras que no reconocen como tales.

“Para los niños, que les mientan implica dificultades para entender información ambigua y que no saben procesar. Eso acaba provocando una actitud negativa y mucha incertidumbre”, se lee en el artículo. Para que los niños crezcan correctamente y con una salud mental adecuada, es importante que puedan confiar plenamente en sus padres y que estos les den información veraz y fácilmente comprensible.