Las mentiras piadosas que se les dicen a los niños podrían no ser tan inofensivas como nos creemos. Todos hemos dicho alguna a hijos, sobrinos o hermanos pequeños. “No te portes mal que viene el hombre del saco”, “si ves demasiado la televisión te vas a quedar ciego”…ese tipo de cosas. Y no es solamente que las hayamos dicho, sino que también hemos estado al otro lado y hemos sido nosotros los que picábamos con esas mentirijillas cuando éramos críos.
Según han establecido un grupo de psicólogos y científicos tras una serie de investigaciones, estas mentiras podrían tener efectos negativos a largo plazo. Principalmente, aseguran, tienden a hacer a los niños más inseguros y ansiosos cuando llegan a la adolescencia. Aunque sea una forma rápida y sencilla de “controlar” el comportamiento de los niños, es preferible no recurrir a ella e intentar ir con la verdad por delante.
3Los niños toleran más las mentiras
Las conclusiones y resultados de la investigación han sido publicados en la revista Children and Youth Services Review bajo el elocuente título de “The dark side of white lies: parenting by lying in childhood and adolescent anxiety, the mediation of parent-child attachment and gender difference”. Buena parte del estudio está dedicado a explicarse los motivos por los que niños y niñas reaccionan de forma distinta a las mentiras de los padres.
Los investigadores llegan a la conclusión de que los niños tienen por lo general un a mayor tolerancia a las mentiras. Por su parte, las niñas presentan una reacción más emocional ante el comportamiento y las mentiras de sus padres.
