Emotivo homenaje de la Villa de Moya a los ganaderos y queseras del municipio

El Ayuntamiento moyense reconoció la labor y sacrificio de los hombres y mujeres que mantienen la actividad quesera en la Villa de Moya, de gran valor etnográfico por su elaboración artesanal centenaria

Un acto enmarcado en las fiestas principales en honor a San Antonio de Padua que, en el segundo fin de semana de festejos, contó también con la Feria Agroalimentaria y de Repostería Moya dulce; la Noche Sabinera o el concierto de Los 600

 

Noche Sabinera San Antonio De Padua Villa De MoyaEl Ayuntamiento de la Villa de Moya rindió en la noche del pasado domingo un emotivo homenaje a los ganaderos y queseras del municipio, como reconocimiento a la dedicación, entrega y sacrificio que realizan para mantener esta actividad centenaria de gran valor etnográfico. No en vano, la Villa cuenta con un total de once queserías artesanales activas, distribuidas desde la costa hasta la zona cumbrera, donde se producen los afamados quesos moyenses de flor, media flor, curados, semicurados y frescos, tanto de leche de ganado ovino como caprino y vacuno, en varios casos con reses de raza autóctona canaria. Quesos que cada año obtienen importantes premios en los certámenes insulares, nacionales e internacionales más prestigiosos del sector, además de exportarse al mercado peninsular y formar parte de las cartas de destacados restaurantes con estrella Michelín. Gracias a la labor y pasión de las mujeres y hombres del campo moyense, que el Consistorio quiso resaltar coincidiendo con las fiestas principales en honor a San Antonio de Padua.

Los 600 San Antonio De Padua Villa De MoyaEn un sencillo pero sentido acto, celebrado en la Casa de la Cultura y conducido por el comunicador Raúl Arencibia, que contó con la actuación de la cantante Patricia Muñoz y la proyección de un vídeo que emocionó especialmente al numeroso público asistente, al recorrer cada una de las explotaciones reflejando el esfuerzo que requiere el cuidado a los animales y la elaboración de quesos. Seguidamente, el alcalde en funciones, Poli Suárez, y el alcalde electo, Raúl Afonso, entregaron un obsequio a los representantes de cada quesería, junto al consejero en funciones del Sector Primario y Soberanía Alimentaria del Cabildo de Gran Canaria, Miguel Hidalgo, y la concejala de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Local, Belén Rivero. Además, la Asociación de Ganaderos y Queseros de la Villa de Moya y el Ayuntamiento entregaron una placa y ramo de flores a la que ha sido inspectora de Salud Pública de la zona, Ana María Hernández, quien ha concluido su etapa laboral.

El alcalde norteño, Poli Suárez, reconoció que “ha sido uno de los actos que más he deseado celebrar por cuanto significa para mí mostrar el respeto y admiración de nuestro pueblo a los hombres y mujeres que cuidan del campo moyense”. En este sentido, Suárez alabó “el inmenso sacrificio, esfuerzo físico y emocional” que supone mantener esta actividad en la que “muchas veces la recompensa es escasa”. Por lo que también instó a la sociedad en general a valorar que los quesos artesanales “nunca son caros y merecen todo nuestro apoyo” pues, además de la magnífica materia prima que se emplea en su elaboración, “guardan la pasión, la ilusión y la humildad de esas personas que se desviven por hacerlos posible”. Valores, concluyó el máximo edil de la Villa de Moya, “que estoy convencido que paladeamos cuando nos llevamos a la boca una porción de los quesos de Moya”.

Asimismo durante la mañana, antes de este homenaje, los amantes del dulce pudieron disfrutar de una nueva edición de la Feria de Repostería y Productos Agroalimentarios Moya Dulce, organizada por el Ayuntamiento norteño y la Asociación de Empresarios AEMOYA. Una iniciativa que congregó a miles de visitantes, quienes recorrieron la calle principal del casco moyense deleitándose con los productos alimentarios del campo, artesanía típica del municipio y comercio local expuestos en el medio centenar de stands participantes. Y entre los que ocupó un protagonismo especial la afamada repostería de la Villa de Moya, con los tradicionales bizcochos, suspiros, bollos y dulces de elaboración casera que dieron nombre a este evento que volvió a ser todo un éxito y que estuvo amenizado con juegos infantiles y el concierto Viviendo, de tributo a Marc Anthony.

Y, por supuesto, con el ya tradicional concurso de repostería Moya dulce, con premios en metálico para las mejores propuestas. Un original certamen cuyo primer premio de categoría Amateur, dotado con 150 euros, ganó el dulce titulado Almendrado de cabello de ángel, de María Teresa Guerra; mientras que el segundo premio, con 90 euros, fue para Tarta de San Marcos, de María del Mar Sosa; y el tercero, con 60 euros, para la Tarta pensamiento de Moya, presentada por Juan Cubas. Por otro lado, en la categoría Empresas, Yolanda Arencibia, con Tarta especial Sarita; Coraima Castellano, con Marry Me Sugar; y Anastasia Vega, con Magdalenas de naranja del Peñón, se repartieron el primer, segundo y tercer premio, respectivamente. Y la distinción a la mejor presentación fue para el Queso Flor, presentado por Luis Ramos.

Este ha sido el segundo fin de semana de las fiestas en honor a San Antonio de Padua en la Villa de Moya, donde el sábado se vivió uno de los platos fuertes del programa de actos. Por la tarde, la Big Band de las Escuelas Artísticas Municipales ofreció el concierto por su décimo aniversario Diez años unidos por la música, en la Plaza del árbol redondo. Y acto seguido miles de personas se adentraron en la Noche Sabinera con Pancho Varona y Antonio García de Diego, músicos principales de las giras de Joaquín Sabina. Quienes repasaron gran parte del repertorio que comparten con el cantautor de Úbeda, con temas imprescindibles con los que arrancaron a cantar y bailar a un público especialmente entregado. Tales como A la orilla de la chimenea, Aves de paso, Contigo, Corre, dijo la tortuga, Peor para el sol, Y sin embargo, Princesa o 19 días y 500 noches. Acompañados por la corista Mara Barros y Paco Beneyto a la batería, además de varios voluntarios que subieron al escenario para emular por una noche, o al menos intentarlo, al inigualable Joaquín Sabina. Con los ánimos por todo lo alto, el grupo de versiones Los 600 tomó el testigo con las canciones más populares de todas las décadas; y la posterior verbena en el Anfiteatro Municipal del Parque Pico Lomito.