La acidificación de los océanos amenaza los arrecifes de coral

Los arrecifes de coral están amenazados por la acidificación de los océanos como consecuencia del cambio climático, según asegura un equipo internacional de científicos de instituciones de Arabia Saudí, Australia, Estados Unidos, Francia y Nueva Zelanda.

El trabajo de estos investigadores, liderado por el Centro de Excelencia ARC para Estudios de Arrecifes de Coral (de la Universidad de Australia Occidental) y publicado en la revista ‘Nature Climate Change, indica que algunos corales y algas coralinas, el ‘pegamento’ que mantiene los arrecifes juntos, no pueden sobrevivir a océanos más ácidos, tal y como auguran los modelos climáticos.

«Los resultados validan investigaciones anteriores sobre las amenazas de la acidificación de los océanos en los arrecifes de coral», apunta Steeve Comeau, autor principal del estudio y miembro del Laboratorio de Oceanografía de Villefranche-sur-Mer, dependiente de la Universidad de Sorbona (Francia).

Malcolm McCulloch, de Centro de Excelencia ARC para Estudios de Arrecifes de Coral y coautor del trabajo, subraya que los investigadores examinaron el fluido calcificante de cuatro especies de coral y dos tipos de algas coralinas en una simulación realizada durante un año. «Los efectos sobre el fluido calcificante fueron rápidos y persistieron todo el año», añade.

Chris Cornwall, de la Universidad Victoria en Wellington (Nueva Zelanda), indica que las algas coralinas cimentan los arrecifes actuando como una especie de caldo de cultivo para muchas especies, desde los polos hasta los trópicos. «La disminución de las algas coralinas podría llevar a la pérdida de importantes especies marinas que las utilizan como vivero», explica.

Comeau comenta que los resultados del estudio también confirman que «la acidificación de los océanos podría tener repercusiones en la competencia entre especies», lo que «puede afectar la función ecológica de los arrecifes».

Por otro lado, los investigadores encontraron dos especies de coral resistentes a la acidificación del océano, pero ya lo eran inicialmente. «Esto indica que ya contaban con un mecanismo incorporado que los hacía resistentes, mientras que los corales sensibles se vieron afectados desde el principio y en realidad no pudieron aclimatarse», concluye Comeau.