La ministra de Educación: “Obedece a la lógica dar el título de Bachillerato con un suspenso”

La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, defendió este lunes su propuesta de que la modificación de la Lomce que tramitará el Parlamento desde principios de 2019 incluya que los alumnos puedan obtener el título de Bachillerato aunque no aprueben una asignatura. “Obedece a la lógica dar el título de Bachillerato con un suspenso”, dijo.

Así se pronunció en un encuentro con periodistas en el que aseguró que esa práctica que quiere legislar ya “se viene haciendo” y que, en los centros educativos, “la junta de evaluación, por compensación, permite al alumno seguir adelante”. Además, recalcó la ministra, no sólo se levanta la mano en los expedientes de la educación obligatoria, “también en los centros universitarios”.

Celaá justificó que, durante la pubertad y la adolescencia, los alumnos pueden pasar por momentos psicológicos en los que «la máquina está gripada”. “No se puede condenar a nadie porque haya tenido un fracaso”, dijo, cuando el objetivo de la escuela es que el alumno “prospere”.

“La peor tortura es la rebaja de la autoestima” del alumno, sentenció, en un contexto, el del sistema educativo español, que Celaá calificó como “duro” y “fuerte”. “Sólo con ver los ‘curricula’ se hace una idea”, aseveró, por lo que abogó por hacerlos “menos extensos, menos memorísticos y más actualizados”.

TUTOR PARA REPETIDORES

Por otra parte, la ministra de Educación y Formación Profesional también trasladó a la prensa su intención de reducir la tasa de repetidores en las aulas españolas, especialmente en la Educación Secundaria.

“Si alguna persona repite, tendrá un tutor que le acompañará”, dijo. Ese tutor no será “exclusivo” para el alumno, sino que impartirá sus clases habituales, aunque como el profesorado “no sólo tiene docencia directa”, los profesionales tendrán que dedicar tiempo también para los estudiantes rezagados.

Según defendió, no se trata de “eliminar” las repeticiones, “pero sí que sean la última ratio del sistema”. Así, si hay un alumno “con dificultades en un momento”, se le dará un trato individualizado y diversificado a través de “un itinerario muy adaptado”, otra opción al “camino común” que seguirán la mayoría de los alumnos y a las opciones de la Formación Profesional.

“No hay país en Europa con un índice de repeticiones como España”, protestó Celaá. “La repetición no es buena para el alumno en términos generales, porque emocionalmente no se ajusta al momento del alumno y porque lo que consigue no es de tal valor añadido para neutralizar los aspectos negativos”, explicó.

Por ello, para hacer bajar las repeticiones la propuesta que espera consensuar la ministra pasa por utilizar los servicios que permite el sistema para “acompañar” al estudiante y “procurar que alcance los objetivos de manera satisfactoria”. “La Lomce aumentó la repetición”, lamentó, justificando su modificación.