El ‘subnopop’ triunfa en el Horteralia ’23

El mamarrecheo como culto. La desfachatez como virtud. Y un olor a cultura cañí bastante conocido. No hay mejores palabras para definir lo vivido durante el día de ayer en la primer edición del Festival Horteralia celebrada en Madrid. Un ‘partiendo la pana’ que, aún sin los catalanes Estopa encima del escenario, estuvo rodeado de la creme de la creme del panorama musical más hortera. Aunque con algunas ausencias notables.

No fue  el caso de Leonardo Dantes quien, con pañuelo en mano y boina en la cabeza, puso las primeras notas de la nostalgia musical que inundó el pabellón 6 de Ifema de Madrid hasta altas horas de la noche. El ‘baile del pañuelo’ más conocido del país y coreado a voces por las miles de personas que saltaban delante de un escenario. Aunque, todo sea dicho, podrían haber cabido otras tantas, ya que en esta ocasión no hubo un ‘sold out’.

Mención aparte el gran detalle del extremeño cuando interpretó una canción escrita y dedicada exclusivamente para el festival bajo en nombre, cómo no, de Horteralia.

Por encima del escenario otros rostros conocidos como el de Rosa, de sobrenombre ‘la de Operación Triunfo’, pero con un aplomo en el escenario que más quisieran muchos otros. Bajo un apretado mono de cuero negro y rojo y unas botas de tacón infinito, la andaluza consiguió levantar a todo el público con la canción que la lanzó al estrellato en Eurovisión, Europe’s Living a Celebration.

KARINA PUSO LA NOTA MÁS NOSTÁLGICA

Y de Operación Triunfo a Operación Triunfo. En este caso de Vero, con un espectáculo apoteósico que hizo las delicias de los más fanáticos de otro Festival, el de Eurovisión. La artista no solo interpretó su propio repertorio, donde por supuesto hubo cabida para No es un Adiós (single estrenado hace tan solo 2 días) y la canción Army of One (recién interpretada hace unas semanas en San Remo) sino que también tuvo tiempo de cantar algunos de los hits más sonados de la historia de Eurovisión.

‘Los yeyes’ de siempre y para siempre

Aún así, una de las artistas más esperadas por el público de Horteralia fue Karina, que sin estar en la Italia medieval llenó el Ifema de ‘sus flechas de amor’. Un auténtico acierto la actuación de la intérprete del ‘El baúl de los recuerdos’ con la que echamos la vista atrás por unos minutos y disfrutamos de la nostalgia musical española de los años 60 y 70.

Porque de hecho, aunque la jienense sí estuvo encima del escenario, durante toda la noche se pudieron escuchar otros temas de la época, a cargo de Dj Cherry Code, apelando al espíritu más desvergonzado: Raphael, Nino Bravo, Concha Velasco… ‘Los yeyes’ de siempre y para siempre, vamos.

EL PÚBLICO SILBÓ A LAS NANCYS RUBIAS

Aunque sin duda alguna el éxtasis llegó de la mano de las Nancys Rubias y de Ojete Calor. Las primeras, con su habitual descaro, llenaron más de 60 minutos el escenario, con repertorio propio y un ‘me encanta’ conocido por todos (incluso alguno solo reconocerá el hit como único del grupo). Eso sí, incluso entre canción y canción hubo tiempo también de política. Al grito de ‘fuera’ parte del público silbó y pito a Mario Vaquerizo y cía, en clara referencia a sus últimas apariciones públicas junto a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y al actual presidente del PP, Alberto Nuñez Feijó.

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Pero, el mamarracheo hecho persona en realidad es Ojete Calor. Bueno, dos personas: Carlos Areces y Ánibal Gómez, el summum de lo hortera, de lo ordinario, de lo grosero, y a la vez de la mayor fantasía artística. No cantan, no bailan pero no se los pierdan, que diría The New York Times. Repitieron la puesta en escena, al igual que ya lo hicieron el pasado mes de noviembre en el Wizink Center de Madrid, aunque con novedades significativas, como la ausencia de artistas invitados.

Al grito de ‘fuera’ parte del público silbó y pitó a Mario Vaquerizo y cía

No obstante, ni a Carlos ni a Ánibal les hizo falta la compañía de ningún famoso más. Sus irreverentes letras llenas de crítica social y política, su vestuario como si de carnavales permanentes se tratase y el subnopop de bandera fueron más que suficiente.

La presencia de otros artistas ‘remember’ como Raúl, Marlene Mourreau, Supremme de Luxe, Mikan, Ku Minera y Sonia Madoc completaron un cartel con una falta más que notable, la de Ladilla Rusa. Aunque ‘Kitt y los Coches del pasado’ es más que una canción, y como himno de la cultura pop y del ‘orgullo charnego’ también sonó en el Horteralia de Madrid.