San Juan de Capistrano es honrado el día 23 de octubre

Entre los nombres de los santos y beatos que se recuerdan el 23 de octubre, uno de los más importantes es San Juan de Capistrano, que fue un fraile franciscano que nació en Italia, que logró ser canonizado en el año 1690, por el papa Alejandro VIII. Pero también es importante recalcar que el Santoral Católico nos brinda una nueva oportunidad para felicitar a todos los Juanes y Juanas que conozcamos y en España hay muchísimos.

San Juan de Capistrano

San Juan De Capistrano

Muchos santos se llaman San Juan, pero hoy nos vamos a referir a San Juan de Capistrano nació el 24 de junio del año 1386 en la ciudad de Capistrano, de allí su nombre, y falleció el 23 de octubre del año 1456, fue un fraile franciscano napolitano que se dedicó a predicar de modo ambulante y en esa tarea pudo recorrer casi la totalidad de Europa, en particular de la zona del Este, por esa razón es conocido como el “Apóstol de Bohemia”.

Los primeros años de su juventud, San Juan de Capistrano comenzó a dedicarse como profesional a ser jurista, consiguiéndolo con 26 años en 1412 y gracias a su maestro Baldus de Ubaldis, logró ejercer como jurista en la ciudad de Perugia, que a día de hoy es la capital de la región de Umbría, lugar en el que se cuenta que también tuvo que ejercer el cargo de gobernador, por orden de Ladislao I de Nápoles

El momento en el que San Juan de Capistrano tuvo que ejercer al frente de la gobernación de Perugia fueron tiempos muy convulsivos, por causa de que esas tierras fueron ocupadas por el ejército que estaba al mando de Segismundo Malatesta. De lo que ha podido encontrarse en la biografía de San Juan de Capistrano, se ha logrado establecer que para el momento en que la ciudad fue invadida, este santo fue hecho prisionero, por lo que estuvo confinado.

El tiempo que pasó confinado le permitió reflexionar sobre su alma y sobre lo que quería hacer con su vida, y como resultado de ello San Juan de Capistrano decidió abandonar la carrera como jurista y entregarse por completo a la fe convirtiéndose en fraile franciscano. Fue tanto su entusiasmo por abrazar su nueva actividad que pudo llegar a ordenarse como sacerdote en tan sólo un año, para lo cual tuvo que pedirle a su esposa que consintiera en que su matrimonio fuera anulado, ya que nunca había sido consumado el mismo.

Su vida como monje

Su vida como monje

San Juan de Capistrano logró ingresar en la Orden de Frailes Menores, llegó a ser vicario general y tuvo oportunidad de ser alumno en teología de San Bernardino de Siena. Luego pudo dedicarse a la predicación pueblo por pueblo, de modo ambulante, lo que le permitió recorrer todo el continente europeo, compartiendo siempre con todo el que quiso escucharle, las palabras de Cristo.

En ese camino de predicación pudo pasar por Alemania, Bohemia, lugar en el que pudo predicar y proclamar la necesidad de las cruzadas contra los husitas, luego por Austria, Hungría y Polonia. Su sitio predilecto de predicación eran las plazas, a las que acudía gran cantidad de individuos.

En las poblaciones a San Juan de Capistrano le llegaron a llamar «el padre piadoso» o «el santo predicador». Muchos jóvenes se unieron a él en sus actividades religiosas y sus discursos provocaban bastante fervor en todos aquellos que lo escuchaban, e incluso de producían quemas espontáneas de libros de brujería.

Los registros indican que falleció en el año 1456, siendo considerado como un verdadero héroe, porque estuvo combatiendo en favor de los ejércitos cristianos durante la batalla conocida como el Sitio de Belgrado.

La lista del Santoral Católico del día 23 de octubre no se completa con San Juan de Capistrano, sino que el día de hoy también se rinde honores a otras mujeres y hombres que fueron un ejemplo de importancia para las comunidades cristianas, cuyos nombres son:

San Alberto Hurtado Cruchaga, San Alucio de Campugliano, San Benito de Herbauge, San Gaetano Catanoso, San Ignacio de Constantinopla, San Jozef Bilczewski, San Juan de Siracusa, San Pablo Tong Viet Buong, San Román de Rouen, San Severino Boecio, San Severino de Colonia, San Teodoreto de Antioquía, San Zygmunt Gorazdowski, Santa Etelfleda de Rumsey, Beato Arnoldo Rèche, Beato Juan Ángel Porro, Beato Juan Bono de Mantua, Beato Leonardo Olivera Buera y Beato Tomás Thwing.