martes, 16 abril 2024 19:39

Los motivos por los que el Real Madrid no debería vender a Vinícius

El Real Madrid de Florentino Pérez no la tiene muy clara que digamos. El destino de Vinícius Júnior en el club merengue para esta campaña que está por comenzar todavía es confuso. Aún hay muchas dudas sobre si venderlo o no, aunque existen razones que están tentado al conjunto blanco para que se desprenda en este as brasileño, que vale decir tiene gallardía de sobra para seguir creciendo en cualquiera de las ligas del mundo.

Su prueba de fuego ha estado justamente en LaLiga y competiciones internacionales con los dirigidos en la actualidad por Carlo Ancelotti. Como es costumbre, estos están llamados a liderar la cima de los diferentes torneos y copas del calendario futbolístico el cual es bastante extenso. A pesar de que el tiempo corre, y el mercado de fichajes estará abierto hasta finales de agosto, la oncena madridista no levanta cabeza para afrontar la decisión que más les convenga. El dueño del club quiere pasta. Sin embargo, venderlo sería una pena, y ya te diremos los motivos.

Vinícius tiene un perfil competitivo

Vinícius Tiene Un Perfil Competitivo

Ancelotti ha sido claro y no quiere a Vinícius en la plantilla. No obstante, la última decisión la tiene el jefe del club, Florentino Pérez. El empresario madrileño conoce a la perfección que tiene un diamante en bruto el cual puede pulir a su antojo. Una salida del club sería más bien un trago amargo, con todo y los beneficios que pueda coger. Y es que, debido a su juventud, y a esa picardía que tiene para moverse en la cancha y pelear el balón hasta el final, lo ha llevado a ser una joven estrella que ha creído en los últimos años.

De hecho, es un atleta de calidad, está fresco, no tiene ningún tipo de mañas, y algo muy esencial, sabe jugar en equipo. Cabe destacar que, tiene un punto fuerte, y es la capacidad de hacer pases como los dioses, no es egoísta, y aportaría un plus que al Real Madrid le sería bastante útil. Muchos veteranos en la plantilla blanca acaban por forjar un juego más individual. A veces es poco rentable, y a estas alturas, ese estilo de plantarse en el césped se paga con la derrota.