Entretenimientos para adultos

Ejercitar la mente siempre ha sido un pasatiempo que ha entretenido a millones de personas de todo el mundo. Ya sea jugando al ajedrez, leyendo o resolviendo puzzles, el hecho de pensar hasta encontrar la solución a un problema resulta atractivo incluso en una época en la que existen la televisión, Internet y los videojuegos.

¿Qué son las adivinanzas para adultos?

Dentro de estos ejercicios mentales, uno de los que más tiempo ha permanecido con nosotros son las adivinanzas. Todo el mundo recuerda, en su niñez, que algún hombre o mujer adulto de su entorno le preguntara qué era lo que parecía oro y no era plata, o cómo se llamaba el hijo del dueño de un banco. Estas divertidas adivinanzas son muy simples y no están pensadas para el público maduro, aunque, por suerte, no son las únicas que existen. No son pocas las adivinanzas difíciles para adultos que podemos encontrar y con las que podemos calentarnos la cabeza como si fuéramos niños otra vez.

Algunos ejemplos de adivinanzas para adultos son:

  • Si la dejamos se pasa. Si la vendemos se pesa. (La uva)
  • Todos pasan y preguntan por mí, pero yo no paso ni pregunto por nadie. (La calle)
  • Hay ríos, pero no agua. Ciudades, pero no casas. Hay bosques, pero no árboles. ¿Dónde? (Un mapa o plano)

Evidentemente, las personas de cierta edad tienen un desarrollo cerebral lo suficientemente avanzado como para que resolver adivinanzas para niños sea demasiado fácil, por eso se han inventado otras más complejas que retarán a tu ingenio como nunca. De hecho, al igual que los piropos, que son herramientas de ligoteo para gente con experiencia en la vida, hay adivinanzas verdes o picantes, que tocan temas eróticos o, directamente, sexuales. Con estas, además de ejercitar la mente en compañía, podrás echarte unas buenas risas con tu pareja o tus amigos.

¿Y las adivinanzas para mayores?

En un rango de edad más elevado, ya entrando en el grupo de las personas mayores o ancianos, no podemos esperar, en todos los casos, que perdure una agilidad mental capaz de afrontar adivinanzas demasiado complicadas. Por esta razón, tenemos a nuestra disposición adivinanzas para mayores, que se inclinan más hacia la sencillez de las adivinanzas infantiles sin dejar de suponer un reto para las mentes de nuestros mayores. Está demostrado que es muy beneficioso para su salud que piensen para que su cabeza no se atrofie y se acelere la aparición de enfermedades como el Alzheimer o la demencia senil, así no hay motivos para no jugar con ellos a las adivinanzas como ellos hacían con nosotros en nuestra infancia.

Algunos ejemplos de adivinanzas para mayores son:

  • Adivina, adivinanza, ¿Cuál es el bicho que pica en la panza? (El hambre)
  • Ella llega sola en la oscuridad y cuando amanece, con la luz se va. (La luna)
  • Si le das comida vive, pero si le das agua lo matarás. (El fuego)

Nunca es pronto o tarde para empezar a divertirnos con las adivinanzas. Ya seamos niños, adultos jóvenes, adultos maduros o ancianos, las adivinanzas pueden entretenernos y servirnos para ejercitar nuestra mente en tiempos donde la agilidad mental es lo más importante, tanto en lo social como en lo laboral. Los más mayores, sobre todo, agradecerán el esfuerzo y saldrán beneficiados.