Policías locales perciben un «rechazo vecinal» a la apertura de lugares de culto

Policías locales han constatado que existe un «rechazo vecinal» a la apertura de lugares de culto en sus municipios, fundamentalmente hacia mezquitas e iglesias evangélicas, y perciben que detrás de las quejas hay «prejuicios e intolerancia», según un informe elaborado por el Observatorio del Pluralismo Religioso en España, creado en 2011 a iniciativa del Ministerio de Justicia.

El estudio, que recoge las respuestas de ocho cuerpos de Policía Local, técnicos urbanísticos de siete ayuntamientos y de las confesiones religiosas con notorio arraigo, revela que el establecimiento de un lugar de culto se encuentra, en ocasiones, con obstáculos que provienen de la oposición vecinal.

En concreto, los motivos por los que se elevan las quejas son: excesiva afluencia de público y aglomeraciones un determinado día a la semana; circulación de vehículos y molestias (ruidos, fundamentalmente).

Si bien, los policías locales consideran que esto es una muestra de que todavía no se ha aceptado la diversidad religiosa pues, por otra parte, observan que «no se plantean quejas por la afluencia de personas, la ocupación de la vía pública, el ruido, las aglomeraciones o el colapso de los aparcamientos fruto de la celebración de comuniones católicas o procesiones».

Además, el informe señala que en algunos municipios se exigen requisitos diferentes según se trate de una u otra confesión religiosa, citándose como ejemplos el seguro de responsabilidad civil para actividades en la vía pública, o la exigencia de un permiso de videovigilancia en los centros de culto.

El Observatorio precisa que este problema de convivencia ciudadana es «un síntoma de intolerancia» que debe ser abordado por las autoridades competentes con «instrumentos informativos y formativos». Según añade el documento, «una oposición vecinal no es en sí misma un motivo que justifique impedir el ejercicio de un derecho fundamental».

Asimismo, el informe detecta un «desconocimiento de la diversidad religiosa existente» en las comunidades autónomas y municipios, por lo que recomienda que las autoridades competentes articulen los medios que les permitan conocer esta diversidad con la finalidad de «dar respuesta a las necesidades derivadas del ejercicio de la libertad religiosa, garantizar la plena inclusión de los grupos minoritarios y evitar situaciones conflictivas».

FALTA DE PLANIFICACIÓN URBANÍSTICA

También apunta que existe una «falta de planificación» urbanística pues en los Planes Generales de Ordenación Urbana (PGOUs) no se incluyen previsiones específicas sobre las necesidades de suelo para los usos religiosos.

En este sentido, la ubicación de los lugares de culto es una de las preocupaciones manifestada por las confesiones religiosas consultadas que coinciden en demandar una previsión de suelo en la planificación urbanística, en el casco urbano, lamentando su ubicación en polígonos industriales.

Esta misma percepción manifiestan los policías locales de los municipios participantes, que afirman que esta práctica conduce a una especie de «gentrificación del culto» que «debería evitarse a toda costa porque conlleva segregación, marginación y estigma.

Por otro lado, sobre la práctica detectada en algunos municipios de clasificar de forma automática a las entidades religiosas como entidades recreativas y de espectáculos, que lleva a exigirles los mismos requisitos técnicos –niveles de aislamiento acústico– que a una discoteca, los servicios policiales entienden que se han cometido «irregularidades» en la concesión de licencias, «por no existir correspondencia entre el contenido de la actividad a ejercer y el tipo de licencia». También constatan que «muchos lugares de culto carecen de licencia».

En las respuestas a los cuestionarios enviados, las confesiones religiosas, la policía local de forma unánime y la mayoría de los técnicos de urbanismo manifiestan la necesidad de que se aplique una normativa específica para la concesión de licencias. Las religiones solicitan, además, que los procedimientos administrativos para obtenerlas se simplifiquen, otorgando mayor agilidad.

En todo caso, la policía local señala también que bajo el paraguas de la libertad religiosa «no cabe cobijar cualquier tipo de actividad», sino que «debe quedar definido de forma previa el contenido de la práctica del culto».

ATAQUES «AISLADOS» EN IGLESIAS, SINAGOGAS Y MEZQUITAS

El documento también revela que los ataques a los lugares de culto en España son «aislados y de baja intensidad» siendo sobre todo «daños materiales y pintadas en mezquitas, sinagogas e iglesias católicas». No obstante, desde el Observatorio señalan que «no hay que menospreciar estas acciones que alertan de la existencia de un germen de intolerancia». La policía local también alerta de la necesidad de conocer y en su caso reducir la infradenuncia detectada.

El informe ha sido elaborado en el marco del Grupo de Trabajo sobre Lugares de Culto creado por la Fundación Pluralismo y Convivencia, en colaboración con la Subdirección General de Libertad Religiosa del Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) con el objetivo de proporcionar un diagnóstico acerca de los problemas que plantea la gestión urbanística de los centros de culto.