Aunque Ernesto Valverde es un hombre de club, hay veces que toca intervenir. En esa línea, con el Athletic metido en la próxima Champions League, estamos ante un verano distinto al de otros años. Sin embargo, el club no parece muy predispuesto a arriesgar más de la cuenta. Una actitud que está dejando pasar el posible regreso de Aymeric Laporte. O al menos lo estaba dejando pasar. Porque el propio Valverde se ha metido de lleno.
Con esta incorporación, se abre un nuevo escenario en la defensa del Athletic, y Valverde ya ha marcado las líneas maestras. El club no renovará la cesión ni intentará recuperar a Unai Núñez, que ha estado lejos del protagonismo que se esperaba durante su préstamo. Tampoco se contempla su fichaje en propiedad, dejando así vía libre para que el central vizcaíno continúe su carrera lejos de Lezama.

Valverde quiere a Laporte sí o sí
El fichaje de Laporte es mucho más que una operación nostálgica, es una apuesta directa del técnico para dotar de jerarquía y experiencia a una zaga que ha evidenciado ciertas carencias en momentos clave de la temporada. Con experiencia internacional y un alto nivel competitivo en clubes como el Manchester City y el Al-Nassr, el internacional español, con pasado rojiblanco, vuelve para ser un referente inmediato.
La llegada de Laporte no solo supone un cambio en la estructura defensiva, sino también una muestra de confianza de la directiva hacia Valverde. Pese al elevado coste, el club está dispuesto a satisfacer una de las grandes peticiones del míster, que considera fundamental reforzar la defensa con un jugador contrastado. La operación también manda un mensaje claro a la plantilla, el listón está alto, y la competencia será feroz.
Los daños colaterales
La consecuencia más inmediata de esta maniobra es la situación de Unai Núñez. El Athletic ha decidido no contar con él ni como cedido ni como refuerzo definitivo. Su futuro queda, por tanto, desligado del proyecto que lidera Valverde, quien no lo considera pieza esencial en su esquema. La puerta está abierta para que Núñez busque un nuevo destino en el mercado.
Pero no solo él se verá afectado. Yeray Álvarez, habitual titular en las últimas campañas, también podría perder protagonismo con la llegada de Laporte. Aunque seguirá en la plantilla, su rol podría quedar relegado a un segundo plano, en beneficio de una zaga liderada por el nuevo fichaje. Así, Valverde toma el timón en una de las decisiones más polémicas y valientes de la dirección deportiva del Athletic.