Si hay algo que capta la atención de los turistas cuando visitan Barcelona es que tiene rincones escondidos llenos de magia, y uno de los más espectaculares (y que a menudo pasa desapercibido) es la Casa Batlló. Este edificio, obra maestra de Antonio Gaudí, no solo destaca por su arquitectura única, sino que está impregnado de simbolismo y una belleza que parece sacada de un cuento. Si aún no lo has visitado, te seguro que es uno de esos lugares que te dejarán boquiabierto.
1La historia detrás de la Casa Batlló en Barcelona: un cambio radical

La Casa Batlló, construida en 1875, no siempre fue lo que conocemos hoy. En un principio, era un edificio bastante normal, hasta que el empresario Josep Batlló decidió comprarla y encargar su remodelación a Gaudí en 1903. El arquitecto transformó por completa la estructura, dando una nueva vida que encierra fantasía y modernismo a partes iguales.
Este edificio pasó a formar parte de la famosa Manzana de la Discordia, un conjunto de tres joyas arquitectónicas (junto a la Casa Lleó Morera y la Casa Amatller) que compiten en belleza y que representan lo mejor del modernismo catalán. Esta “manzana” es un museo al aire libre que se encuentra en Passeig de Gràcia, en pleno centro de Barcelona, y es un destino obligado para cualquier amante de la arquitectura.