Los Agustinos Recoletos rezan por las víctimas de la guerra en Ucrania al inicio de su 56 Capítulo general

La Orden de los Agustinos Recoletos ha comenzado en Roma su 56 Capítulo general rezando por las víctimas de la guerra en Ucrania y se han mostrado «absolutamente en contra de la guerra y la violencia».

Durante esta jornada, los religiosos capitulares se unirán a la jornada de ayuno y oración propuesta por el Papa Francisco por el fin del ataque de Rusia a Ucrania.

La Orden de Agustinos Recoletos inició este martes su 56 Capítulo general. El encuentro decidirá durante varias semanas las líneas estratégicas de la Orden para el periodo 2022-2028, para lo cual han sido elegidos 35 religiosos de 11 países, en representación de los agustinos recoletos de todo el mundo.

Entre los temas que abordarán durante los próximos días se encuentran: la formación, el apostolado vocacional o educativo, la acción social o el gobierno de la Orden, entre otros.

Bajo el lema ‘Caminamos juntos. Yo he venido para que todos tengan vida’, el capítulo comenzó con la eucaristía de apertura, presidida por el prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, el cardenal João Braz de Aviz.

En su homilía, Braz de Aviz invitó a los capitulares a «mirar a la persona de Jesús» para entender la fraternidad y la vida en comunidad, sustento del carisma agustino recoleto. Asimismo, aseguró su oración durante estas semanas para que «la luz del Espíritu ilumine todo el Capítulo».

El Capítulo general fue inaugurado oficialmente con el canto del himno ‘Veni Creator’, invocando al Espíritu Santo, y con el saludo inicial del Prior general, Miguel Miró, que invitó a los capitulares a hablar con libertad durante estos días. También indicó que «cada capítulo es un acontecimiento carismático y eclesial que manifiesta la acción de Dios en la vida y en la historia de nuestra Orden».

En este sentido, el Prior general recordó el inicio del cuarto centenario del primer capítulo general, celebrado en Madrid. «El capítulo de 1621 es para nosotros inspirador, nos anima a no tener miedo y hacer las propuestas arriesgadas», dijo al tiempo que expresó su deseo de que la celebración de este evento esté alineada con el proceso sinodal de la Iglesia.