Kevin C. B., de origen chino, ha sido declarado culpable del homicidio doloso de Víctor López, un joven de 20 años que la mañana del 15 de septiembre de 2018 se cruzó con el coche del acusado en dirección contraria cuando se dirigía a su tercer día en su nuevo trabajo en un hipermercado de San Fernando de Henares, han informado fuentes jurídicas.
El Jurado Popular del juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Madrid ha emitido este jueves su veredicto de culpabilidad respecto al acusado, declarando a Kevin C.B. culpable de un homicidio doloso.
El dolo eventual se aprecia debido a que el conductor tuvo que haberse representado e imaginado que, al subirse a su coche con unas copas de más e ir en dirección contraria con exceso de velocidad, podría ocasionarle la muerte a alguien y, pese a prever ese posible resultado, mantuvo su acción.
También por el mismo número de votos, le ha considerado culpable de conducción temeraria, y por unanimidad, culpable de conducir bajo los efectos del alcohol. Una vez elevado el veredicto a la Sala, el juicio queda a la espera de la sentencia.
En su última palabra, Kevin reiteró su arrepentimiento por el «error» que cometió cuando decidió subirse a su coche con unas copas de más. Sobre el accidente, manifestó en su declaración que no recordaba nada, solo que tenía sueño y que quería volver a casa tras una noche de copas con amigos.
La Sala redactará ahora la sentencia en base a los hechos declarados probados por el tribunal del jurado, calificando los hechos conforme a un homicidio doloso y no imprudente como solicitaba la defensa del acusado.
La Fiscalía de Madrid solicita 15 años de cárcel para Kevin por un delito de homicidio en concurso con conducción temeraria y otro contra la seguridad vial, al igual que solicita la acusación particular en nombre de la familia del joven fallecido.
Su defensa sostiene que se trató de una imprudencia al no asumir el riesgo que se podía producir al ir bajo los efectos del alcohol y con exceso de velocidad.
En su declaración, el acusado manifestó que no recordaba nada de esa mañana tras venir de una noche de fiesta en un karaoke con sus amigos, solo que tenía sueño y que se saltó la salida de su casa.
Se trata del primer caso de un delito contra la seguridad vial que llega a juicio en Madrid. La víctima era un joven de 20 años que la mañana del 15 de septiembre de 2019 se dirigía a su tercer día de trabajo.