La industria cementera lanza un plan para ser neutra en carbono en 2050

Las principales empresas cementeras que operan en España han presentado un plan de reducción de emisiones hasta el año 2050 que prevé la neutralidad en carbono para ese año a través de diversas actuaciones centradas en la electrificación y digitalización de los procesos productivos.

La patronal del sector Oficemen ha lanzado su hoja de ruta para conseguir este ambicioso objetivo mediante un acto que ha contado con la presencia del secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, así como de varios representantes de la asociación.

Morán ha recordado que el plan presentado por la industria también se enmarca en el proceso de descarbonización que ya está cometiendo el Gobierno a través del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec), que también prevé la neutralidad a mitad de siglo.

El secretario de Estado ha resaltado que Europa ya ha puesto en marcha proyectos encaminados hacia la reactivación económica ‘verde’, sobre todo en el marco de la recuperación posterior a la crisis sanitaria, tras constatar que este tipo de proyectos conllevan mayores ahorros a largo plazo que las medidas de estímulo fiscal convencionales.

Por su parte, el plan de recuperación y resiliencia del Ejecutivo de Pedro Sánchez, que cuenta con cuatro pilares fundamentales entre los que se posiciona la transición energética, destina un 12% de todo el presupuesto para la reconstrucción y preservación de los recursos, la mejora de la planificación de la gestión del agua y otras provisiones encaminas a las mejores medioambientales.

«España tiene mucho que aportar, es una de las economías más vulnerables al cambio climático, pero contamos con experiencia, recursos, solvencia y capacidad, para lo que hay que impulsar la colaboración público-privada», ha sentenciado Morán.

HOJA DE RUTA

El plan del sector del cemento pasa por disminuir las emisiones en cada una de sus cinco etapas de actividad, comenzando por una disminución del 66% para 2050 de su primer ciclo del proceso, el del clínker, en el que se tratan los minerales necesarios para conseguir cemento.

Posteriormente, la industria prevé alcanzar una reducción adicional del 20% en la etapa en la que entra en juego el cemento, sobre todo con las electrificación del parque de vehículos que lo transporta o incluso que lo fabrica en las instalaciones.

La sustitución de vehículos contaminantes por ‘limpios’ también permitirá otra reducción del 5% en la etapa del hormigón, antes de pasar a la de construcción y a la última de carbonatación, en el que el hormigón actúa como sumidero de carbono, desencadenando una última reducción adicional del 9% y completando, así, el 100% esperado para 2050.

PRECIOS ENERGÉTICOS

El presidente de Oficemen, Víctor García Brosa, ha aprovechado su intervención en el acto para citar los dos principales factores que le están haciendo perder competitividad al sector y que han ocasionado que un 20% de las empresas de la industria hayan cerrado en Europa en los últimos años.

Por un lado, ha señalado la desigualdad de costes en España frente a países ajenos a la Unión Europea, que no tienen que asumir costes ambientales. «De nada sirve la regulación europea si se permite la importación de productos procedentes de países con una legislación menor exigente», ha explicado, pidiendo por ello un impuesto en frontera que proteja a la industria comunitaria.

El segundo factor que ha citado es el precio de la energía, ya que defiende que en España «es más cara que en el resto de países del entorno». No obstante, ha valorado «muy positivamente» el recién aprobado estatuto electrointensivo, aunque asegurando que el sector «no pide subsidios sino igualdad de condiciones».