Vox ha utilizado este miércoles la sesión de control al Gobierno en el Congreso para arremeter contra el PP, por haber votado en contra de su moción de censura y haber tenido la «poca vergüenza» de situarles en la «extrema derecha». En este contexto, se ha erigido como «única oposición» en el «Congreso de las focas», dado que, a su juicio, la izquierda ha logrado ya «domesticar» a los de Pablo Casado.
Así lo han asegurado la secretaria general del grupo de Vox, Macarena Olona, y su portavoz parlamentario, Iván Espinosa de los Monteros, en los debates que han mantenido, respectivamente, con el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, y la vicepresidenta primera, Carmen Calvo.
Ambos han pedido cuentas a los responsables gubernamentales por el manifiesto que el PSOE y Unidas Podemos suscribieron la semana pasada con Más País y los partidos nacionalistas e independentistas de la Cámara y en el que anunciaban su intención de promover sanciones contra quienes realicen discursos de «odio» o profieran insultos «racistas, xenófobos o machistas» en el Congreso.
Pero, además de revolverse contra ese texto, que según Iglesias es un «cordón sanitario» a Vox, los de Santiago Abascal han utilizado sus turnos de palabras para ahondar en sus reproches a los de Pablo Casado, a quienes Olona se ha referido como la «derecha sumisa, complaciente y contemplativa».