martes, 19 marzo 2024 5:36

Volvo cumplirá con los objetivos de CO2 y se alía con Ford para compartir sus emisiones

Las firmas automovilísticas Volvo Cars y Polestar han anunciado que cumplirán con los nuevos objetivos de emisiones de dióxido de carbono (CO2) marcados por la Comisión Europea para 2020, por lo que han firmado un acuerdo de agrupación con Ford para compartir su excedente.

De esta manera, Ford podrá reducir su media de emisiones gracias a este pacto con Volvo, mientras que la firma sueca invertirá en nuevos proyectos de tecnologías ‘verdes’ los ingresos resultantes de esta asociación, que está potencialmente abierta a otros fabricantes.

«Para Volvo Car, el futuro es eléctrico y estamos transformando nuestra empresa mediante acciones concretas. Me complace ver que estamos superando nuestros objetivos de reducción de CO2. Demuestra que nuestra estrategia es la adecuada para nuestro negocio y para el planeta», ha asegurado el consejero delegado de Volvo, Hakan Samuelsson.

Todo ello gracias a que las ventas de modelos híbridos enchufables de Volvo aumentasen hasta suponer una cuarta parte de sus matriculaciones en Europa durante los tres primeros trimestres de este año.

Por su parte, Polestar inició la comercialización de su modelo Polestar 2 100% eléctrico a principios de este año.

La nueva normativa de emisiones europea para vehículos ligeros establece que la media de los automóviles vendidos en Europa por cada fabricante no genere más de 95 gramos de CO2 por kilómetro recorrido si quieren evitar multas que podrían elevarse a miles de millones de euros.

Los productores de automóviles tendrán hasta tres años para adaptarse a esta nueva norma. Así, en el periodo 2020-2022, un coche que contamine menos de 50 gramos de CO2 por kilómetro (eléctricos e híbridos enchufables) se computará como dos ventas este año, como 1,67 vehículos en el segundo año y como 1,33 automóviles en el tercero. No será contado como un solo vehículo hasta 2023.

El superar los límites marcados supondría exponerse al pago de multas millonarias ya que, por cada gramo y vehículo vendido que se pase de estas cifras las compañías tendrán que abonar 95 euros.