El ciberataque solo es el problema más reciente de Air Europa

Probablemente en Air Europa no sean fanáticos de los titulares que los mencionan en los últimos días. El reciente ciberataque que usó estrategias de phishing para obtener los datos de las tarjetas que sus clientes habían utilizado para pagar es una mancha importante, que afecta la confianza de los usuarios a la hora de registrar sus datos para adquirir un billete, esto sin contar las consecuencias legales del problema. 

Pero en el fondo solo es la más reciente de una seguidilla de crisis reputacionales, y económicas, para la aerolínea, al menos en España. La huelga de pilotos que se extendió hasta el mes de julio, las acusaciones de contaminación contra todo el sector, el rescate recibido en 2021 y la reciente compra de la compañía por parte de IAG, los han hecho aparecer muchas veces como un eslabón débil en los medios. Es irónico dado que siguen siendo una de las aerolíneas claves de Europa y España, pero mantener esta circunstancia requiere trabajar cuidadosamente su comunicación en estas situaciones. 

Es cierto que al menos al ciberataque han reaccionado de forma rápida, pidiendo a los usuarios que cancelen sus tarjetas para evitar riesgos. Pero los demás problemas, en particular la huelga que se mantuvo en los titulares por varios meses y se evidenciaba para cualquier usuario que se acercaba a aeropuertos como Barajas o El Prat.

Parte del tema es que la imagen que ha mantenido siempre la empresa les dificulta responder a este tipo de situaciones del mismo modo que sus rivales low cost. Solo hace falta pasearse por las redes de Ryanair o ver cómo los usuarios asumen los problemas de Vueling para notar la diferencia de criterios al tratar con las empresas de aviación. En el fondo es una situación que nace precisamente de presumir de su profesionalidad, y la de Air Europa exprés, su versión Low Cost, en temas como puntualidad y trato al viajero: cuando fallas varias veces seguidas el problema se infla. 

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Priority Boarding Air Europa (Foto De Archivo) 01/7/2019

Por fortuna para la compañía, para los trabajadores, y para los usuarios que dependen de ellos se están tomando las medidas para evitar que estos problemas se mantengan en el tiempo. No solo llegaron a un acuerdo con los pilotos para levantar la huelga, sino que además están intentando pasar al combustible SAF para reducir sus emisiones de CO2 y ya pueden dar por completo el capítulo tanto del rescate como la compra por parte de IAG. Ahora la empresa tendrá que encargarse de reforzar el área de seguridad digital, para evitar que se repitan estos problemas. 

AIR EUROPA DISFRUTA EL BUEN MOMENTO DE LA AVIACIÓN

Aunque la empresa haya tenido que encajar este golpe reputacional no hay dudas de que tanto ellos como sus competidores siguen disfrutando de un buen momento para el sector. El final de la pandemia y el levantamiento completo de las restricciones relacionadas con el covid-19 han permitido un rebote de todo el turismo del que las aerolíneas se han beneficiado. 

A esto se le suma que, a diferencia de otras, la mayoría de los vuelos de Air Europa son internacionales por lo que no tienen que competir con un sector ferroviario en pleno ascenso. Dado que en rutas españolas donde comparten el espacio con los trenes los aviones han tenido que asumir la pérdida de una parte importante de su mercado frente a una opción que será siempre más barata, por el simple hecho de que es más fácil mover un tren en las vías que poner un avión en el aire. 

A PESAR DEL BUEN MOMENTO LA AVIACIÓN SE PREPARA PARA UNA CRISIS

Pero es posible que este rebote no pueda sostenerse en el tiempo. Ya se ha hecho evidente en los datos que los viajeros no consumen lo mismo en los destinos y la inflación en todo el continente se ha disparado por la guerra en Ucrania, y que puede aumentar con el aumento de la gasolina debido al aumento de las tensiones en medio oriente por el ataque de Hamás a Israel, pueden causarles problemas. Es que para las aerolíneas puede no haber más opción que subir los precios para cubrir el aumento de gastos en combustible.

Aunque Air Europa haya tenido que encajar este golpe reputacional no hay dudas de que tanto ellos como sus competidores siguen disfrutando de un buen momento para el sector.

De momento la única forma de defenderse de esta crisis por venir, además de seguir avanzando en el cambio al combustible SAF que puede funcionar para evitar la dependencia de Rusia y Oriente Medio es seguir mostrando su mejor cara a los usuarios, y ahorrar. Es posible que finalmente puedan superar el momento sin recibir un gran golpe en el bolsillo, pero no es lo que parece al revisar los datos de inflación de España y Europa. Ya se puede notar un bajón importante en el consumo, y lo lógico es que llegue a los viajes.