Cañizares pide protección a la Virgen de los Desamparados en la ofrenda fallera

El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha pedido «protección constante en este tiempo de pandemia» a la Virgen de los Desamparados, patrona de los valencianos, coincidiendo con la ofrenda de flores fallera a la también conocida como ‘Geperudeta’.

«Le pedimos protección constante en este tiempo de pandemia, que no es para que nos hundamos, sino para levantar los ojos hacia ella y esperar de ella salud y tiempos mejores», ha apuntado Cañizares. Asimismo, ha dado las «gracias a Dios» por «tener una Madre tan buena como es ella y también por cómo son los valencianos», según ha informado el Arzobispado en un comunicado.

Antonio Cañizares se ha pronunciado de este modo coincidiendo, este viernes, con la finalización en Valencia de la primera jornada de la ofrenda floral de los actos falleros de 2021 a la Virgen de los Desamparados. El acto culminó con el paso de la Fallera Mayor Infantil de la ciudad, Carla García, y su corte de honor por la Basílica de la Virgen, donde fue recibida por el cardenal arzobispo.

Antes de impartir la bendición, Antonio Cañizares agradeció el cariño a la Virgen de los miles de falleros y falleras que pasaron este viernes con sus ramos de flores ante la ‘Geperudeta’. «Valencia es la Virgen de los Desamparados» y que «toda Valencia está bajo su manto», ha resaltado el cardenal arzobispo, que estuvo acompañado por el rector de la Basílica de la Virgen, Jaime Sancho, y el vicerrector Álvaro Almenar.

Junto a la Fallera Mayor Infantil de Valencia y su corte de honor ofrecieron sus ramos a la patrona también las representantes de las fiestas de Alicante y Castellón.

La ofrenda se inició este viernes por la tarde y concluirá este sábado con el paso ante la patrona de la Fallera Mayor, Consuelo Llobell.

Esta jornada ha habido dos sesiones, de mañana y de tarde. Esto es algo que no es habitual en una ofrenda fallera, dado que se celebra siempre solo por la tarde, pero la pandemia de la Covid-19 y las restricciones sanitarias derivadas de ella han llevado a ampliar los horarios para evitar aglomeraciones y cumplir las normas y el toque de queda.

Además, en esta ocasión, en la que también por la pandemia los actos falleros han pasado de su tradicional mes de marzo al de septiembre, la ofrenda se está realizando en un recorrido cerrado y sin público para evitar las concentraciones de gente.