Condenado a 11 años un preso por intentar matar a otro con unas tijeras

La Audiencia Provincial de Valladolid ha condenado a un total de 11 años y seis meses de cárcel como autor de dos delitos –uno de asesinato en grado de tentativa y otro de obstrucción a la Justicia— a un preso por intentar matar a otro en el Centro Penitenciario de Valladolid que se negó a asumir la autoría de un crimen en Salamanca por el que ambos estaban investigados.

Los magistrados de la Sección Segunda consideran al condenado autor de un delito de asesinato en grado de tentativa y otro de obstrucción a la Justicia, según la sentencia de la Audiencia Provincial, recogida por Europa Press.

Según los hechos probados, el agresor, Cristóbal M.V, alias ‘El Viñas’, asestó el pasado 20 de marzo a la víctima, el también interno Rafael S.J. (‘Rafi’), dos pinchazos en el cuello con unas tijeras cuando ambos participaban en un taller en la prisión de Villanubla en la que están recluidos.

El texto considera al condenado autor criminalmente responsable de un delito de obstrucción a la justicia, por el que se le impone una pena de dos años y seis meses de prisión, en concurso real con una tentativa acabada de asesinato alevoso, por la que se le sentencia a nueve años de cárcel, con inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena.

Asimismo, por el primero de los ilícitos se le impone multa de doce meses, con cuota diaria de 5 euros, lo que supone un total de 1.800 euros, con responsabilidad personal subsidiaria caso de impago.

En el ámbito de la responsabilidad civil, el condenado indemnizará a la víctima con 650 euros por las lesiones, más otros 2.685 euros por las secuelas. Además, deberá abonar al Sacyl la cuantía que se acredite en ejecución de sentencia, derivada de los gastos de asistencia médica dispensados a cantidades que generarán el interés legal.

La fiscal del caso había mantenido invariable su petición de condena de 12 años de cárcel por un delito de asesinato intentado y otro contra la Administración de Justicia –por haber conminado al herido a modificar su versión por el crimen de Salamanca–, mientras que la defensa mantuvo también su petición absolutoria.

La sentencia considera hechos probados que la víctima fue conminada por el acusado para que asumiese la autoría de los actos que se investigaban en ese procedimiento, la muerte violenta en Salamanca de ‘El Chispi’, que fue tiroteado a principios de 2020 mientras sostenía en brazos a su hija.

Llegado el momento de declarar ‘El Rafi’ ante el Juzgado de Instrucción el pasado 2 de marzo en concepto de investigado, negó su participación en los actos que en ese procedimiento se investigaban, lo cual fue conocido por el acusado en fecha muy próxima al 20 de marzo, por lo que a partir de ese momento «concibió el propósito de acabar con la vida de Rafael S.J.

Así, el citado 20 de marzo coincidieron ambas personas en el taller de madera y cuero en el citado Centro Penitenciario aunque sentados en diferentes mesas. Alrededor de las 18 horas el acusado se levantó de la mesa que ocupaba y se acercó a la de la víctima para, «de manera inesperada», asestarle por la espalda dos golpes en el cuello con las tijeras que usaba para realizar la tarea en el taller.

Los golpes propiciaron que Rafael S.J. cayera al suelo, lugar en el que el acusado le propinó algunas patadas.

Ante la situación creada, varios de los internos que en ese lugar se encontraban procedieron a quitarle las tijeras al agresor y a evitar que siguiera pinchando «como era su propósito» a ‘El Rafi’, quien pudo ser retirado del lugar por otro interno y trasladado minutos después a la enfermería del Centro, lugar en el que fue curado, y desde allí se precisó su traslado urgente al correspondiente servicio del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, donde fue atendido a las 20.06 horas antes de recibir el alta a las 00.23 del día 21.