El Gobierno aprueba la ley que regula el teletrabajo

El Gobierno ha aprobado este martes la Ley que regula el teletrabajo, norma que, según la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, aumentará la productividad y la competitividad de la economía española.

Así lo ha señalado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, donde también ha puesto de relieve que ha sido una de las negociaciones «más difíciles y complejas» de las que se han llevado a cabo con los agentes sociales, porque era «una norma compleja».

El texto se ha aprobado después haber alcanzado ayer a última hora de la tarde un preacuerdo con los agentes sociales y de que, a lo largo de la mañana de hoy, CEOE y Cepyme y los sindicatos CCOO y UGT hayan consultado con sus bases el texto y lo hayan aprobado.

La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha destacado, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que el acuerdo conseguido para regular el teletrabajo «habla en voz alta del compromiso de los agentes sociales para que la recuperación económica llegue hasta el último rincón».

Montero, que ha resaltado que esta norma se sitúa «a la vanguardia» de otras normas e instrucciones existentes en el resto de países europeos, también ha puesto en valor el acuerdo alcanzado ayer para regular el teletrabajo en el sector público, y que se trasladará a diferentes normas que verán la luz «en los próximos Consejos de Ministros». «La bandera del diálogo está siendo una seña de identidad en los distintos departamentos ministeriales», ha resumido.

La titular de Trabajo ha resaltado que esta norma «inaugura una ola de reformas del Ministerio encaminadas al siglo XXI». «Lo va a cambiar todo, la estructura de negociación en convenios colectivos pero también el ‘modus operandi’ del desarrollo de nuestros trabajos», ha apostillado Díaz.

Asimismo, ha dejado claro que el acuerdo coloca a España «en la vanguardia de las legislaciones europeas» y ha puesto en valor que la legislación del teletrabajo «rellena un vacío legal», porque hasta ahora solo existía el artículo 13 de Estatuto de los Trabajadores para hacer frente al teletrabajo, que «no ha servido para dar respuesta en tiempo de pandemia».

Díaz ha apuntado que las empresas tendrán veinte días para adaptar sus condiciones a la nueva norma y ha remarcado que esta ley refuerza los derechos fundamentales. «Necesitamos que los trabajadores se sigan organizando, con un nuevo paradigma y vinculados a mecanismos digitales», ha señalado.

Asimismo, ha subrayado que la norma que se aprueba hoy «preserva los derechos fundamentales» y da garantía a todos los trabajadores a idénticas oportunidades, a la vez que se preservan los derechos de registro horario, conciliación y «de todo lo que fuese pertinente».

El trabajo a distancia se considerará de carácter regular y, por tanto, estará regulado por esta nueva ley, si alcanza al menos el 30% de la jornada o el porcentaje proporcional equivalente en función de la duración del contrato de trabajo, en un periodo de referencia de tres meses.

El desarrollo del trabajo a distancia deberá ser sufragado o compensado por la empresa y no podrá suponer la asunción por parte del trabajador de los gastos relacionados con los equipos, herramientas y medios vinculados al desarrollo de su actividad laboral. Los convenios o acuerdos colectivos podrán establecer el mecanismo para determinar y abonar las compensaciones de gastos correspondientes.

Según el documento pactado, al trabajo a distancia implantado excepcionalmente como consecuencia de las medidas de contención sanitaria derivadas de la pandemia y mientras éstas se mantengan, le seguirá resultando de aplicación la normativa laboral ordinaria. En todo caso, las empresas estarán obligadas a dotar a los trabajadores de los medios, equipos y herramientas que exige el desarrollo del trabajo a distancia, así como al mantenimiento que resulte necesario.

La negociación colectiva, en su caso, establecerá la forma de compensación de los gastos del ‘teletrabajador’ durante la pandemia, si existieran y no hubieran sido ya compensados.