La empresa causante de la listeriosis ocultó que vendía chorizos y morcillas pese a la alerta sanitaria

El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, denunció este jueves que la empresa Magrudis, fabricante de los productos cárnicos que originaron el brote de listeriosis, “había ocultado información relevante” para la investigación y para localizar e inmovilizar toda la mercancía contaminada.

Así lo confirmó en una entrevista concedida a la Cadena Ser en la que aseveró que el consistorio hispalense tuvo este miércoles la “constatación” de esta circunstancia que, a su juicio, también puede entorpecer la “lucha contra el brote para tenerlo localizado”, que estimó “lo principal”.

Espadas criticó que la empresa aseguró “expresamente” a los inspectores que los dos nuevos productos que se sumaron a la lista de productos alertados, chorizo y morcilla, “ya estaban descatalogados y que no se comercializaban”.

Para el regidor, “no puede ser” que los inspectores hayan tenido conocimiento de que dichos alimentos se estaban comercializando “ahora, porque hay empresas que han devuelto esa mercancía”, aunque destacó que, “lo más probable”, es que “no tengan ningún tipo de contaminación».

“En cualquier caso, da lo mismo, todos deberían haber sido comunicados por parte de la empresa”, abundó, para defender que, para llevar a cabo una investigación ante una crisis de este tipo, resulta “absolutamente fundamental” la colaboración y diligencia por parte del empresario.

A largo de la mañana de este jueves el ayuntamiento ultimará el informe jurídico pertinente para poner estos hechos en conocimiento de la Fiscalía y que el Ministerio Público pueda valorar “si tienen o no algún tipo de responsabilidad”. “A nuestro juicio, ya son elementos suficientemente importantes y sustanciales como para hacerlo”, recalcó.

Para Espadas, “lo más importante” es determinar dónde se produjo la contaminación y señaló que el “tipo de responsabilidad que tiene o no la empresa a la hora de realizar su proceso productivo estará en manos de la justicia”, que, además, debe confirmar «si estamos hablando de mala fe o negligencia”, apuntó.

“Es evidente que la organización de esta empresa deja mucho que desear con lo que significa poner en el mercado productos aunque sea un pequeño establecimiento”, subrayó, para, a continuación, aseverar que Magrudis está catalogada como una “pequeña industria agroalimentaria”.

INSPECCIONES

Espadas puntualizó que una empresa de este tipo “está sometida a una categoría C” que, explicó, “le permite seguir un sistema de autocontrol porque, como dice la normativa europea, se auto responsabiliza de ser ella la que presenta esos controles, esas analíticas externas, a la administración”.

Unas analíticas y controles que, subrayó, “efectivamente, se han hecho”, tal y como están comprobando “de forma fehaciente” los inspectores, que también han comprobado que, hasta junio, “se habían hecho de manera correcta” y los resultados, “en ningún caso habían sido positivos”.

Por tanto, la investigación se centrará, a partir de ahora, en determinar “qué ha podido suceder a lo largo del mes de julio», mes en el que tuvo lugar la ampliación de las instalaciones y la actividad de Magrudis, dado que, a su entender, “no parece” que del plan de autocontrol o las analíticas que la compañía venía aportando “se desprenda que hubiera problemas anteriores a finales del mes de junio”.

Espadas ensalzó el trabajo de los inspectores que están “prácticamente viviendo en la empresa” y afirmó que, para Ayuntamiento y Junta de Andalucía, “la clave” está ahora en ver la evolución de los pacientes y el brote y subrayó que todas las partes implicadas “tienen que asumir si hay algo que no se ha hecho bien y acatar las consecuencias”.

(SERVIMEDIA)