Monjas de clausura de toda España se reúnen para aprender nuevas técnicas culinarias en Le Cordon Bleu

El pasado 29 de junio un grupo de 13 religiosas de varios monasterios de clausura de España visitaron la escuela de alta cocina de la Universidad Francisco de Vitoria, Le Cordon Bleu Madrid, para participar en un taller formativo organizado en colaboración con la Asociación Contemplare. Las monjas procedían de diversos monasterios como son, Las Clarisas de Villarrubia de los Ojos de Ciudad Real; Carmelitas Descalzas de Toro, Zamora; Cistercienses de Casarrubios del Monte en Toledo; Benedictinas de Sahagún de León o Cistercienses de Villamayor de los Montes en Burgos.

Actualmente, la venta de productos artesanos de alimentación es una de las principales vías de financiación de los conventos. Por ello, desde la asociación y la Escuela de alta cocina han promovido esta colaboración con los monasterios para contribuir a diversificar los productos que comercializan, centrados principalmente en la producción de dulces. De esta manera, desarrollando nuevas propuestas saladas, las monjas podrán comercializar nuevos productos, algo que podría ser decisivo en la supervivencia de sus monasterios.

A nivel formativo, el taller permitirá a las hermanas actualizar sus recetarios con el aprendizaje de nuevas técnicas. Una experiencia formativa a través de la cual podrán iniciar una cadena de transmisión de conocimiento hacia el resto de las monjas de sus conventos, como han hecho desde hace siglos.

Nuevas técnicas para actualizar sus recetarios

En el curso, impartido por el chef de Le Cordon Bleu Madrid David Millet, las hermanas pudieron aprender a elaborar recetas como “Chutney de calabaza”, “Chips vegetales” o “Perdices escabechadas”. Como explicó el chef profesor “se ha pensado en una selección de recetas que les ayuden a aprender nuevas técnicas aplicables a otras elaboraciones”.

Alejandra Salinas, directora de la Asociación Contemplare, ha explicado que uno de los objetivos principales de la asociación es asesorar a los monasterios en aquello que creen que pueden ayudar y ser más útiles.

Esta actividad se ha convertido en una de las múltiples maneras con las que colaborar con los monasterios para acercarles a empresas con las que pueden trabajar para diversificar sus vías de financiación y seguir perpetuando así la vida de sus monasterios.