Hacer de cualquier platillo todo un espectáculo de sabor, es una de las mayores bondades de Arguiñano; y es que, el chef vasco solamente tiene que añadir un ingrediente para cambiar drásticamente todo el resultado, llenándolo de más sabor y potencia. En esta ocasión lo ha hecho con las espinacas con bechamel; una de las recetas más sencillas que podrás preparar en casa. Conoce cuál es el ingrediente extra que las hará de ensueño y prepárate para triunfar con este plato.
Ingredientes que necesitarás para hacer esta delicia de Arguiñano para 2 comensales

Para este plato de espinacas con bechamel, necesitarás los ingredientes más básicos que se utilizan normalmente y por supuesto, terminarás añadiendo el toque único y delicioso que incorpora el chef vasco para cambiar radicalmente este platillo.
Necesitarás: 400 gramos de espinacas, 10 gambas, 1 diente de ajo, 250 ml de leche, 1 cucharada de harina, 3 cucharadas de aceite de oliva, sal y 1 cucharada de mantequilla.
Tal como ves en la lista de ingredientes, ese que añade el chef vasco no es otro que las más ricas gambas. Este marisco tiene la virtud de transformar de manera inmediata el plato en el que sea presentado, así que resultará deliciosa en esta propuesta.
Gambas, ¿frescas o congeladas?

Es normal que cada vez que vayas a preparar una receta en la que usarás gambas, te preguntes si es mejor usarlas frescas o congeladas; y lo cierto es que, gracias a los procesos de conservación y refrigeración actual, es posible conseguir productos marinos que se conservan muy bien cuando se compran congelados.
Contrario a lo que muchas veces se piensa, los mariscos congelados por lo general se encuentran más frescos que los que compras en el mercado. Estos muchas veces se congelan de manera inmediata, mientras que muchas veces los que consideras frescos, llevan muchos días en proceso lento de descomposición.
Cómo escoger las gambas frescas

Cuando vayas a comprar gambas frescas, hay algunas consideraciones que debes tener en cuenta. Lo primero que debes notar es su olor. El olor de este marisco debe recordarte el olor del mar; y en ningún momento debe ser desagradable o con olor a amoniaco.
Otro punto que puede delatar si tienen varios días en descomposición, es la firmeza de las cabezas, colas y patas. Una gamba fresca lucirá firme y entera, mientras que una en proceso de descomposición, perderá rápidamente la cabeza, patas y cola.
Prepara los ingredientes

La preparación de este plato es bastante rápida; por tal razón, lo mejor para optimizar tiempos en la cocina es tener listos todos los ingredientes. Es decir, perfectamente picados y pesados.
Retira la piel de diente de ajo y corta este en láminas y luego en finas tiras. También limpia las gambas en agua fría y retírales las cabezas, caparazones, intestinos y colas. Quita el tallo del manojo de espinacas y corta estas en tiras delgadas.
Un sencillo y sabroso sofrito el secreto del sabor de Arguiñano

Entrando ya en la preparación del palto de espinacas con bechamel, lo primero que se debe hacer es comenzar la preparación de un sencillo sofrito. Vierte 3 cucharadas de aceite en una sartén amplia y llévala al fuego.
Agrega el diente de ajo finamente picado y rehógalo un poco; una vez que el ajo haya aromatizado el aceite, añade las gambas previamente peladas y limpias y fríelas por unos 30 segundos para sellarlas perfectamente.
Si decidiste utilizar gambas congeladas, recuerda dejarlas descongelar por completo, escurrirlas y secarlas con papel absorbente para evitar que llenen de agua la sartén.
Cocina las espinacas

Transcurridos los 30 segundos de cocción de las gambas, será el momento de añadir las espinacas limpias y picadas a la sartén.
Rehoga las espinacas y remueve para que se impregnen del aceite aromatizado con el ajo y también con el aroma y sabor de las gambas. Después de unos 3 minutos de cocción, retíralas del fuego.
Si te gustan las espinacas, tienes que preparar esta deliciosa lasaña.
Comienza la preparación de la bechamel con un básico roux

Una vez que tengas listas las espinacas, pasa a la preparación de la bechamel, la cual debes comenzar haciendo un sencillo roux.
Este roux debes hacerlo tal como haces el más tradicional a la hora de la preparación de cualquier bechamel. Coloca una olla en el fuego y añade la mantequilla para que se funda.
Una vez que la mantequilla se derrita, añade la harina y rehógala un poco para quitarle el sabor a quemado. No es necesario que la dejes quemar; simplemente, deja que la harina se torne un poco dorada.
Termina la preparación de la bechamel

Cuando tengas la harina en el punto justo, debes comenzar a verter la leche. Recuerda que, uno de los trucos para evitar que la bechamel quede con grumos, es usar leche caliente a la hora de comenzar a batir.
Añádela poco a poco y sin parar de batir con el batidor manual de varillas. Sazona la bechamel a tu gusto y déjala cocinar por unos 10 minutos mientras sigues removiendo para evitar que se formen grumos o que se pegue en el fondo de la olla.
Arma el delicioso plato de espinacas con bechamel al estilo de Arguiñano

Los ingredientes utilizados para la preparación de este plato se basan en las proporciones calculadas para dos comensales. En caso de que desees prepararlo para un número mayor de personas, duplica las cantidades.
Para finalizar con la preparación de esta receta, divide las espinacas preparadas en dos platos y cúbrelas con la bechamel.
Termina la preparación de esta delicia

Una vez que tengas las espinacas rehogadas con las gambas en los platos, calienta el horno en gratinador. Baña las espinacas con la bechamel e introduce los platos para que se gratinen. El proceso de gratinado del plato tardará unos 5 minutos, hasta que el plato luzca dorado en su superficie. Apenas esté terminado, lo puedes presentar a la mesa y disfrutarlo.
Si bien, esta propuesta de Arguiñano no tiene queso entre sus ingredientes, recuerda que eres libre de añadir alguno que gratine bien y disfrutar de todo su sabor.
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