La Dirección General de Tráfico (DGT) acaba de lanzar una nueva campaña de concienciación dirigida a recordar a los conductores que está prohibido utilizar gafas premontadas al volante. Esta medida busca mejorar la seguridad vial ante las alarmantes cifras de conductores que presentan problemas de visión en España. Según los últimos datos de la DGT, más de un millón de conductores tienen una agudeza visual por debajo de los límites legales. Además, se estima que hasta 3,5 millones podrían mejorar su visión actualizando su graduación oftalmológica. En este contexto, la DGT ha decidido tomar cartas en el asunto y advertir sobre los riesgos de conducir con gafas premontadas, muy populares en nuestro país por su bajo coste y disponibilidad.
DGT: ¿Qué son las gafas premontadas y por qué están prohibidas al volante?

Las gafas premontadas son lentes montadas sobre una estructura de gafas. Se venden en farmacias y establecimientos minoristas a un precio relativamente bajo. Su problema es que tienen una graduación predeterminada que no se ajusta a las necesidades visuales específicas de cada persona, según informaron expertos de la DGT. Al no estar prescritas por un profesional, pueden provocar visiones distorsionadas y poner en peligro la conducción. A continuación te contaremos en que datos se basó la DGT para prohibir completamente su uso. ¡No te lo pierdas!
Más de un millón de conductores no ven correctamente en España

Los últimos datos oficiales de la DGT indican que al menos un millón de conductores en nuestro país circulan con una agudeza visual por debajo de los límites permitidos por ley, que están fijados en 0,5 como mínimo. Esto supone un importante hándicap a la hora de conducir, especialmente para detectar señales, leer indicaciones o reaccionar ante imprevistos. También aumenta el riesgo de sufrir accidentes de tráfico. Esta situación tienda a empeorar si a esta patología visual se le suman otros agregados como el sol de la temporada estival y el mal empleo de distintos artefactos lumínicos, como las luces altas, que empeoran la visual de los conductores mientras conducen en la ciudad y en la carretera.
¿Cuántos conductores deberían renovar su graduación oftalmológica?

A las alarmantes cifras de conductores fuera de norma, se suman las estimaciones de aquellos que deberían actualizar su graduación, pero no lo han hecho. Según la DGT, hasta 3,5 millones de conductores podrían mejorar su visión simplemente revisando su graduación con un profesional. Muchos españoles circulan con una graduación desactualizada, que ya no se corresponde a su estado visual real debido al paso del tiempo. Esto también afecta negativamente a la seguridad vial.
Los tiempos de reacción, claves para evitar accidentes

Uno de los principales problemas derivados de las deficiencias visuales al volante es que se alargan los tiempos de reacción ante imprevistos, según informaron las autoridades de la DGT. Situaciones que requieren una respuesta visual inmediata, como un peatón cruzando la calzada o un vehículo frenando repentinamente, se vuelven más peligrosas. En estos casos, unos preciosos milisegundos pueden marcar la diferencia entre un incidente grave o leve. Es clave minimizar los tiempos de reacción, mejorando la visión con las gafas adecuadas.
Las gafas premontadas distorsionan la visión en la carretera

El motivo por el que la DGT prohíbe las gafas premontadas no es otro que el de la distorsión visual que provocan en la conducción. Al tener una graduación predeterminada que no corresponde a cada persona, pueden alterar la percepción de distancias, velocidades o dimensiones. Esto resulta especialmente peligroso en casos de presbicia o astigmatismo, donde la distorsión será mayor. Conducir con estas gafas no adaptadas es un importante factor de riesgo para la seguridad vial, según los expertos de la DGT.
Fáciles de adquirir y baratas: el auge de un producto peligroso

Uno de los motivos que explican la popularidad de las gafas premontadas es, paradójicamente, lo accesible que resulta hacerse con ellas. Se pueden encontrar en múltiples establecimientos, desde farmacias hasta bazares o tiendas minoristas, a un precio muy competitivo. Esta facilidad para conseguirlas sin receta médica es precisamente lo que preocupa a la DGT, ya que lleva a muchos conductores a usarlas de forma inadecuada poniéndose tras el volante. De ahí la importancia de las campañas de concienciación al respecto.
La DGT insiste: hay que acudir a un profesional antes de conducir

Ante el auge de las gafas premontadas entre los conductores, la DGT insiste en la necesidad de pasar por una revisión oftalmológica y obtener gafas homologadas antes de ponerse al volante. Solo de esta forma se garantiza una correcta visión adaptada a las características particulares de cada persona, lo que repercute positivamente en la seguridad vial. El uso de gafas no homologadas puede provocar problemas de visión que pongan en riesgo la seguridad de los conductores. Estas gafas no garantizan una graduación adecuada ni lentes de calidad, por lo que pueden distorsionar la visión, fatigar la vista o no corregir adecuadamente problemas como miopía, astigmatismo o presbicia. Además, al no estar adaptadas a cada persona, pueden causar molestias visuales, dolores de cabeza o una incorrecta percepción de distancias y velocidades. Todo ello tiene consecuencias negativas para la conducción, pudiendo ser causa directa de accidentes y poniendo en riesgo vidas.
Posibles sanciones por conducir con déficit visual

Aunque de momento la DGT solo ha lanzado una campaña informativa sobre los peligros de usar gafas premontadas, no se descartan posibles sanciones en un futuro para los conductores que circulen sin la visión requerida. De hecho, la ley de Tráfico y Seguridad Vial recoge que no pasar la revisión oftalmológica cuando corresponda ya se considera una infracción grave, con multas de 200 euros. Conducir sin la agudeza visual mínima exigida podría acarrear incluso la retirada del carné si la DGT así lo considerase.
Compromiso: mejorar la seguridad vial entre todos

Más allá de posibles infracciones, lo realmente importante es que los conductores tomen conciencia del problema y se comprometan a mejorar su visión, acudiendo a profesionales y usando gafas homologadas antes de ponerse tras el volante. Garantizar la seguridad en nuestras carreteras es una labor conjunta en la que todos los usuarios deben implicarse. Y pasa, en primer lugar, por asegurar una correcta capacidad visual de los conductores. La DGT ya ha dado el primer paso con esta campaña, ahora es el turno de los ciudadanos.