Los conductores de Cabify, Uber y Bolt amenazan con la huelga por el convenio

Los sindicatos que representan a los conductores de las licencias de Auro, Vecttor Ronda, y el resto de la flota de Madrid, se plantan en la negociación del convenio colectivo de las VTC de Madrid y amenazan con la huelga en un sector dominado por Uber, Cabify y Bolt.

La negociación de este convenio colectivo se complica, como conocen quienes han estado en las reuniones entre los dueños de las licencias y quienes representan a los propios empleados que las operan. Los sindicatos tratan de mejorar las cláusulas y condiciones del actual convenio, que expiró el 31 de diciembre de 2023.

El motivo de la discusión se centra en los sueldos básicos que cobran los conductores antes de recibir la bonificación por productividad, según han explicado fuentes conocedoras de las negociaciones a QUÉ!. Este salario base no llega a los 18.000 euros anuales, más cercano a los 15.000, un nivel muy bajo dado los altos ingresos que aportan estas licencias.

Asimismo, estas nóminas han subido solo el mínimo necesario en los últimos dos años, a pesar del negocio boyante en este pasado 2023, con récord de servicios en Madrid. Entre los tres sindicatos en la conversación, UGT, CC OO y SLT han pedido como mínimo un sueldo de 18.000 euros anuales, una línea roja mínima para cerrar un acuerdo.

AMENAZA CON EL PARO EN LAS VTC DE UBER Y CABIFY

Así las cosas, los empleados afrontan una delicada situación. «CC OO ha presentado ya la posibilidad de huelga», afirman las fuentes consultadas, un extremo que niega el propio sindicato. De hecho, afirman que a día de hoy no habrá movilización ni se ha hablado tampoco de un paro en el sector. «Todo dependerá de la propuesta de la patronal», según consideran las fuentes consultadas.

Es una señal de una negociación complicada entre dos partes que no siempre han tenido una relación cordial y menos en este sector de la movilidad y transporte de pasajeros, donde la relación con los conductores siempre ha sido, por decirlo de forma amable, algo tensa. 

En cualquier caso, no hay opción, sino entrar a discutir el convenio. Justamente por estos días se espera la aprobación de un nuevo reglamento de trabajo en plataformas por parte de la Comisión Europea, uno que de por hecho la relación laboral entre conductores y las empresas para las que trabajan. Si bien en primera instancia este tendrá un efecto más directo en otros sectores, a estas alturas casi no quedan conductores autónomos en Cabify, Uber o Bolt dado que la gran mayoría son contratados por la empresa dueña de las licencias y los vehículos como Vecttor, filial de Cabify, o Auro. 

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Otros puntos que, sin duda, entrarán en la negociación son el reparto de días festivos, las vacaciones y la posibilidad de los trabajadores de prestar servicio en los horarios que definan y las horas efectivas de trabajo. En el fondo no es nada fuera de lo habitual, pero como las huelgas de trenes o de las aerolíneas, estas tienen un efecto directo en el día a día de los viajeros. 

Lo que espera entonces no es más que una larga y complicada negociación. El problema para los usuarios es que una huelga de estas características puede dejar ciudades donde se han hecho parte del ecosistema de transporte sin una de sus piezas más importantes, sumado a que a diferencia de los trenes o los aviones no tendrán que cumplir servicios mínimos, y viendo el efecto que la falta de estos vehículos pueden tener en fechas de alta demanda Madrid podría vivir una situación crítica en los próximos meses.

¿CUÁNDO PODRÍAMOS VIVIR LA HUELGA DE CABIFY, UBER Y BOLT?

Hay fechas que podrían ser útiles para hacer presión, como el caso de Semana Santa. También es cierto, por el contrario, que una huelga un día aleatorio quizás no sea tan visible como, por ejemplo, poner pausa el día de un gran evento como el Mad Cool, al que mucha gente aún se desplaza en VTC. 

También es cierto que esto no es más que una posibilidad, si no llegan a un acuerdo para firmar el convenio. Pase lo que pase, hay ciudades donde les seguirá siendo complicado operar, el caso de Barcelona aquí es claro, y esto puede tener un efecto en la negociación en caso de que las empresas aleguen que esto es motivo para cesar a trabajadores que de momento están operando con licencias por vencerse, o bien que esperen la revisión de casos como el de las 1000 licencias de Madrid de Cabify.

De momento no hay una fecha oficial ni se espera que haya, pero son factores que pueden pesar a la hora de decidir. Aunque ambas partes harán lo posible para que no ocurra, después de todo una huelga no es fácil para nadie, pero para los sindicatos puede ser vista como necesaria si la patronal no responde como es esperado. 

OTRA HUELGA EN EL SECTOR TRANSPORTE

Para el público, además, es un problema que llega después de la huelga de Iberia, debido al choque con los trabajadores del Handling y la de Renfe y Adif, que negocian la posible reducción de la jornada laboral con los sindicatos. Por tanto, pasa a ser una pausa más en parte clave de un sector que se necesita para que el turismo y otras industrias funcionen, y para que las ciudades sigan operando como lo han hecho en los últimos años.