La burbuja de festivales sigue inflándose en 2024

El precio de las entradas sigue subiendo, siguen ocupándose recintos y cada día es más complicado cerrar a los cabezas de cartel. Lo de los festivales veraniegos en España cada día tiene más la imagen de una burbuja por explotar, aunque sigue sin hacerlo, es cierto que 2023 fue un año especialmente complicado para ellos, con varias cancelaciones en Madrid a finales del verano y críticas fuertes a eventos como el Mad Cool, pero también dejó en evidencia que aun con esa situación siguen siendo una parte clave del panorama cultural del país, y una buena opción para el público. 

Pero sigue existiendo el mismo problema que se ha hecho evidente en los últimos años: Son demasiados festivales. Madrid es quizás el mejor ejemplo de esto, aun sin el Primavera Sound repitiendo su edición «espejo» en la capital, la ciudad tiene en un periodo de 3 meses varios de los llamados ‘Macro Festivales’ como el Mad Cool, Tomavistas, Río Babel o Dcode, así como dos ciclos de conciertos, la nueva edición capitalina del Alma Festival y Las Noches del Botánico.

Es cierto que cada uno de estos tiene diferentes estrategias para atraer al público, pero también parece que a simple vista son demasiados festivales masivos apostando por el mismo grupo de melómanos interesados. Pero además, estos compiten por atraer los mejores cabezas de cartel, los mejores artistas de mitad de cartel y deben ubicar el espacio para celebrar el evento. Son demasiadas piezas que deben compartir entre demasiados eventos costosos de producir.

Primavera 2022 Auditori Gran

Es una competencia que muchos han asumido que puede terminar por devorar el formato de festival, aunque hasta ahora ha sobrevivido. Pero es cierto que con una crisis económica en pleno desarrollo, y con una amenaza de recesión, puede ser que sufran más de lo que lo han hecho hasta ahora. 

A esto se le suman las nuevas críticas que ha recibido el formato de festival en los últimos años. Desde el uso de vasos de plástico reutilizables, pasando por los problemas con el paso de comidas y bebidas a los recintos de estos eventos. Son problemas que se han venido inflando poco a poco, y que suman a la sensación de burbuja es estos festivales, y aunque habrá que esperar los próximos meses para saber cómo funciona la venta de entradas, que de momento parece seguir su ritmo normal para los dos festivales más grandes del país: Primavera Sound en Barcelona y Mad Cool en Madrid, por lo que no necesariamente tienen que terminar el año encendiendo las alarmas. 

DIFERENTES ESTRATEGIAS PARA CONSTRUIR LOS FESTIVALES

La realidad es que a medida que aparecen nuevos problemas también han aparecido nuevos formatos de festivales. Desde ese día previo presentado por Río Babel, donde Noches del Botánico, hay otras estrategias diferentes para crear festivales a intentar que unas 70.000 personas vayan a un espacio como el recinto Iberdrola Music en Madrid o el Parc Del Forum catalán. 

Además, los festivales han intentado estirar sus tentáculos. El caso del Primavera Sound es evidente no solo con ediciones más allá de Barcelona, que incluyen varias ciudades de Latinoamérica sino que además suma el proyecto Primavera on Tour que ha traído pequeñas giras españolas de artistas que han pasado por la tarima del festival como Brass Against, King Gizzard and the Lizard Wizard o The Magnetic Fields. 

De momento el Mad Cool se ha quedado atrás en este tipo de proyectos. Dado que el evento apenas está intentando establecerse en su nuevo recinto, es normal que el evento no haya presentado planes de expandirse, después de todo ya sufrieron la cancelación del Mad Cool Sunset de 2022 cuando querían presentar el nuevo evento para despedir el verano.

¿HAY FUTURO EN EL FORMATO DE LOS FESTIVALES?

Tampoco parece probable que los festivales desaparezcan. Aun con sus problemas, el formato permite que artistas que de otro modo no tendrían espacio en el panorama nacional pasen por el país. Es que sin el Primavera, BBK Bilbao o el Mad Cool sería complicado imaginar que figuras como Kendrick Lamar, Lizzo o Sam Smith se presentaran en territorio ibérico, sobre todo en un país que parece cada vez dar más la espalda al mundo anglosajón. 

Pero sin duda es fácil pensar que el formato siga cambiando. Intentando además convivir con las salas de concierto, lo esperado es que los festivales vuelvan a transformarse y que incluso si la burbuja existe y explota haya sobrevivientes.