A medida que cumplimos años, nos encontramos con que nuestra piel comienza a dar síntomas que muestran el paso del tiempo. Uno de los signos más evidentes que nos muestran que cumplimos años son las arrugas que aparecen en nuestra piel, un asunto que siempre ha sido objeto de interés por parte de la comunidad científica.
Hasta el momento se creía que dichas arrugas eran producto de la compresión de la piel, pero ahora un nuevo estudio desafía este pensamiento y ha conseguido detectar cuál es el verdadero culpable de que la piel se arrugue al envejecer, en un avance que puede ser clave para frenarlo.
4LA CONTRACCIÓN QUE PROVOCA LAS ARRUGAS

En dicho estudio fue posible comprobar la forma en la que reaccionaba la piel, que lo hacía de una manera mucho más parecida a lo que sucede realmente en el cuerpo humano, arrojando de esta manera una mayor información al respecto y que puede llegar a marcar un antes y un después en el terreno dermatológico y cosmético.
Los resultados mostraron que la piel más vieja se contraía más de lado cuando se estiraba. Esa contracción lateral es lo que da lugar a los pliegues. La piel envejecida se estrecha y se dobla, haciendo de esta manera que se originen arrugas más profundas, marcadas y rectas.