Desde el pasado mes de abril, miles de personas desempleadas en nuestro país tienen una nueva oportunidad. El Servicio Publico de Empleo Estatal (SEPE) ha puesto en marcha una medida que permite compatibilizar el cobro del paro con un empleo, siempre y cuando el salario no supere los 1350 euros mensuales. Se trata del denominado “Complemento de Apoyo al Empleo”, una iniciativa pensada para facilitar la reinserción laboral sin castigar económicamente al trabajador.
Este cambio del SEPE busca acabar con una realidad demasiado común: personas que rechazan empleos por temor a perder la prestación por desempleo. Ahora, bajo determinadas condiciones, es posible mantener esa ayuda y, al mismo tiempo, comenzar a trabajar.
4SEPE: una solución temporal que se proyecta hacia el futuro
Aunque la compatibilidad entre salario y paro está pensada como un recurso de transición, el Gobierno ya trabaja en ajustes a futuro. De hecho, el propio SEPE ha anunciado que a partir de 2026 se elevará el umbral de ingresos permitido para acceder al complemento. Concretamente, se podrá cobrar hasta el 375% del IPREM, lo que equivale a unos 2250 euros mensuales. Un salto importante que amplía el margen para trabajadores con salarios medios.
Además de ampliar el umbral salarial, se prevé una revisión de las cuantías del complemento para adaptarlas al nuevo escenario económico. También se valorará la inclusión, a medio plazo, de autónomos que estén en fases iniciales o que recuperen actividad tras largos periodos de inactividad.
Aunque estos cambios están aún en fase de evaluación, desde el SEPE se insiste en que la política laboral se está adaptando a un mercado en constante evolución, donde los contratos temporales, la parcialidad y los bajos sueldos exigen nuevas respuestas.
