El «vandalismo climático» obliga a los museos a reforzar la seguridad

El «vandalismo climático» obliga a los museos a reforzar la seguridad ante los nuevos ataques perpetrados por Just Stop Oil, conocidos por intentar enviar un mensaje sobre el cambio climático a través de actos vandálicos contra obras de arte de incalculable valor.

Después de un tiempo abocados a otras formas de protesta, que los saco de los titulares, el grupo ha demostrado su interés en los reflectores al atacar la ‘Venus del espejo’ de Velázquez en la National Gallery de Londres. El destrozo obliga, una vez más, a los museos a ponerse en alerta y reforzar la seguridad.

El problema radica en el objetivo de estos vándalos al atacar obras de valor incalculable y de muy difícil recuperación en estos museos pueden verse afectadas para siempre. Incluso estando de acuerdo en el fondo de esta vandálica protesta, como es la necesidad de reducir emisiones, estas formas no tienen justificación alguna al poner en riesgo obras de arte, algunas de ellas con siglos de antigüedad que han superado guerras, como Da Vinci, Van Gogh o Goya, cuyas ‘Majas’ fueron atacadas en el Museo del Prado a finales del año pasado por la organización Futuro Vegetal. 

Además, los museos y galerías afrontan una situación muy compleja. «No se podría impedir ni con un policía por cada visitante», afirmó el pasado año el director del Museo del Prado, Miguel Falomir, tras el ataque a las Majas de Goya.

«Nada hay más fácil que atentar contra una obra. Los museos no deben de ser fortalezas sino sitios de cultura y nosotros haremos todo lo posible, pero el riesgo cero no existe», explicó el directivo. Además, recordó que en la mayoría de los casos los «vigilantes» de las exposiciones son realmente auxiliares que tiene expresamente prohibido el uso de la fuerza. 

Pero, además, el nuevo ataque de la organización puede ser aún más dañino que los anteriores. Y es que, mientras en el pasado se arrojó pintura sobre obras cubiertas por un vidrio protector, en el ataque de Londres a la Venus de Velázquez se utilizaron martillos, que pudieron provocar un mayor daño en el lienzo original

Estos ataques provocan un mayor riesgo para el Patrimonio de la Humanidad. La ‘Venus del espejo’ es el último desnudo del pintor sevillano y ha sobrevivido desde el siglo de oro. Esto la hace una obra única, aunque no es primera vez que el cuadro es objetivo de estos supuestos «activistas».

LA PUÑALADA A LA ‘VENUS’ DE 1914

Los autores del acto vandálico se inspiraron en el ataque realizado por Mary Richardson contra la misma obra en 1914, cuya motivación fue exigir el derecho al voto de la mujere, de hecho la protesta vino por el arresto de Emmeline Pankhurs, una de las líderes del movimiento sufragista británico. 

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La ‘Venus Del Espejo’ Tras El Ataque De 1914

Esto explica la motivación de la acción vandálica de ambos jóvenes, que recordaron aquel ataque en el suelo de la National Gallery. «Las mujeres no obtuvieron el derecho al voto a través de las urnas. Ahora es el momento de pasar de las palabras a los hechos», aseguraron antes de insistir en que «la política les ha fallado». A pesar de su intento, la reacción inmediata del mundo artístico ha sido el rechazo a la acción, aunque los museos han preferido en buen nivel no opinar para evitar ser blancos a futuros de ataques parecidos. 

De hecho, la Asociación de Artistas Visuales de Baleares (Aavib) ha sido la primera en declarar sobre el tema en España. En el texto compartido por la asociación señalan que «el ataque solo reivindica una vez más la falta de respeto y empatía por el arte, la historia universal y la cultura, común a todos», según la Asociación. Algo que, ha continuado, se encuentra «completamente alejado de los ideales que exige la lucha por el medio ambiente y contra el cambio climático».

LOS MUSEOS PUEDEN TENER QUE REFORZAR LA SEGURIDAD PERO HAY UN LÍMITE CONTRA EL «VANDALISMO CLIMÁTICO»

Que se recupere la moda del activismo y que lo haga de forma más violenta es motivo de alerta para los museos debido a las complicaciones para hacer un seguimiento de cada una de las personas que entran diariamente en las salas. El Reina Sofía de Madrid o el Louvre en París, o cualquier estancia similar, pueden ser objetivo de estos vándalos. Algunos de ellos, han tomado las debidas precauciones para frenar estos ataques de forma inmediata, especialmente desde el año pasado cuando se registraron los primeros ataques. 

Es cierto que en España lo que se ha hecho parece ser suficiente para evitar que la mayoría de estos jóvenes se atrevan a estos esfuerzos. El único caso que ha trascendido es el de la ‘Maja desnuda’ y la ‘Maja Vestida’ de Goya en el Museo del Prado, que también recibieron un ataque en esas fechas.