El cordero asado es toda una delicia y más cuando está preparado en un horno de leña, pues, su sabor se potencia y termina siendo toda una tentación. Lamentablemente, no siempre se cuenta con un horno de leña para esta preparación; no obstante, puedes conseguir el mismo resultado y hacer que quede como si con este método lo hubieses cocinado.
Te contaré el truco para que quede supremamente delicioso y hacer que su sabor no tenga nada que envidiarle al preparado en leña.
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Comienza por elegir bien el cordero
Para que el sabor y consistencia de la carne de cordero sea de escándalo, nada mejor que escoger el lechal, ese corderito de cuatro semanas que solo ha sido alimentado con leche materna y cuyo sabor será más delicado y jugoso.
El recental es otro de los favoritos por muchos, y su carne procede de aquellos animales de 12 semanas de vida. Su sabor es más fuerte y si del pascual se trata, pues aún más, ya que este tienen entre 6 meses y un año y el sabor de su carne es considerado como extremadamente fuerte por muchos.
El mejor que puedes seleccionar es sin lugar a dudas el lechal, así disfrutarás además de su suave y tierna carne, de un sabor más delicado y agradable al paladar.
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Compra la cantidad indicada según el número de comensales
Si vas a compartir en pareja o con un par de amigos, lo recomendable es comprar una pierna o paletilla (esta última es más jugosa) de cordero y luego si te queda algo de carne, puedes aprovecharla para preparar un delicioso paquito.
Ahora bien, si es una reunión más grande y comerán entre 4 y 6 personas, lo mejor será decidirte por comprar medio lechazo; de esta manera, también puedes aprovechar algo más y hacer una exquisita asadura.
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La mejor sazón para un cordero de gran sabor
El sabor del lechal se aprovecha mucho mejor cuando simplemente se le añade sal y quizás un poco de tomillo, pues el sabor de su carne es tan delicado, que añadir demasiadas especias arruinaría el plato.
Ahora bien, cuando se trata de recental o pascual, la cosa cambia, pues, estos animales tienen un sabor más fuerte, así que para disimularlo, puedes untarle algo de mantequilla y añadir ajo, perejil y algo de tomillo.
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Comienza la preparación con tiempo suficiente
Si vas a recibir a tus invitados a las dos de la tarde, lo mejor que puedes hacer es comenzar su preparación a eso de las 11 de la mañana, pues para hacer el lechal te llevarás unas 3 horas aproximadamente.
Por supuesto, el tiempo es solo un aproximado, ya que este dependerá también del peso del animal escogido y también del calor del horno.
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Prepara al cordero para que quede como a la leña
Aquí comenzamos con los trucos para lograr que el cordero asado parezca hecho en un horno de leña. En este tipo de cocción, el resultado es más crujiente y con un interior jugoso; por ello, hacer este paso es imprescindible para que quede realmente bueno, como a la leña.
Lava bien al lechal y déjalo ventilar hasta que se seque por completo. Haciendo esto, el resultado será una piel crujiente y muy rica.
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Sazona la carne
Cuando ya el cordero esté oreado, deberás salarlo ligeramente y ponerlo sobre una cazuela de barro para que el resultado sea mucho mejor.
Quizás te parezca algo un tanto traído de los cabellos, pero, en realidad esto hará que parezca preparado a la leña dando un sabor extraordinario. Antes de ponerlo, coloca en el fondo de la cazuela de barro una salmuera de 600 ml de agua con 1 cucharada sopera de sal y pon una rejilla para poner sobre esta la carne. Por nada del mundo dejes que el cordero toque el agua.
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La importancia del agua para que el cordero quede como hecho en un horno de leña
Para que la cocción del cordero resulte deliciosa, el agua cumple un papel importante, ya que mantiene una cocción con vapor que permite una jugosidad magnífica.
Además, al tener una salmuera tan sencilla, los sabores se fusionarán y en el fondo quedará una salsa de sabor exquisito producto de la mezcla de esta con los jugos propios del cordero que se irán deslizando hasta abajo a medida que se cocina. Eso sí, tal como te he señalado, evita que la carne toque el agua.
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El truco de las temperaturas para que quede perfecto
Con este truco lograrás que definitivamente el resultado no tenga nada que envidiarle a la cocción del cordero en horno de leña.
- La primera temperatura para comenzar la cocción, debe ser a 130 °C en horno precalentado por 45 minutos. Transcurrido este tiempo, dale la vuelta y déjalo 45 minutos más.
- Pasados estos 90 minutos, da la vuelta nuevamente a la pieza y sube la temperatura a 160 °C. Deja por 20 minutos y voltéalo nuevamente. Dale 20 minutos más.
- Transcurridos estos 40 minutos de cocción a 160 ° C, voltea al cordero y sube la temperatura a 200 °C. Déjalo 20 minutos y voltea de nuevo dejando cocer por 20 minutos más.
- Para finalizar la cocción, pon el cordero con la piel hacia arriba y sube la temperatura a 250 °C. Cocina por unos 10 minutos o hasta que luzca dorado. Vigila de cerca que no llegue a chamuscarse.
Apenas esté dorado, retíralo del horno para frenar la cocción.
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Errores que debes evitar
Existen errores comunes que debes evitar cometer para que la carne del cordero resulte realmente exquisita. Y aunque muchas veces puedan resultar obvias, son más frecuentes de lo que puedes imaginar.
No atemperar el cordero es un error muy frecuente y debes evitarlo a toda costa para que la cocción se haga de forma ideal. Lo primero es retirarlo de la nevera con al menos 30 minutos de antelación. Por otro lado, la temperatura del horno también es importante. Precalentarlo con tiempo suficiente para que en su interior esté bien caliente antes de introducir la carne, es algo que siempre debes hacer.
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No olvides la importancia de lavar al cordero
Este truco, tal como te lo comenté hace unas líneas, es fundamental. El agua templada contribuye a retirar asperezas y dejará la carne con una pureza indescriptible.
A la hora de lavarlo no escatimes y sumérgelo completamente en agua por lo menos durante 15 a 30 minutos. Eso sí, recuerda secarlo muy bien antes de llevarlo al horno.
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