El IIDMA avisa de que la banca española no cumple sus obligaciones de transparencia medioambiental

El Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (IIDMA) ha avisado de que los estados de información no financiera de los principales bancos españoles no contienen toda la información que exige la ley, por lo que están incumpliendo su obligación de informar sobre el impacto ambiental de sus actividades financieras.

Así se desprende de su informe ‘La banca española y el reporte de cuestiones ambientales: Análisis de los Estados de Información No Financiera 2020’, que analiza el grado de cumplimiento de Bankia, Bankinter, BBVA, CaixaBank, Sabadell y Santander.

Los bancos españoles están obligados por el Código de Comercio desde 2018 a incluir datos significativos sobre el impacto de su actividad en el medio ambiente en sus estados de información no financiera.

El estudio de IIDMA resalta los avances de Bankinter, BBVA y Banco Santander en la publicación de información relativa a su participación en sectores intensivos en carbono, pero alerta de la omisión generalizada de otros datos esenciales, como las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) atribuibles a sus productos financieros o el impacto de su actividad en la biodiversidad y el medio ambiente.

Esta divulgación busca que inversores, empresas financieras y público en general conozcan la exposición a los riesgos climáticos de cada banco, es decir, el riesgo de la caída del valor de una empresa por no adaptarse a las medidas de descarbonización de la economía, marcadas por tratados internacionales como el Acuerdo de París.

El Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente ha destacado que la divulgación de datos relevantes y comparables «es esencial» para identificar qué actores del sector bancario apoyan una descarbonización real de la economía.

Según ha señalado, gran parte de los datos publicados se centra en la huella ambiental de los edificios propios de las entidades, cuyo impacto es «completamente marginal» en comparación con las emisiones de GEI que pueden producir las empresas que financian.

Además, el informe pone de manifiesto que, pese a que existe prolija información respecto a los proyectos de finanzas sostenibles que los bancos apoyan, la falta de otros datos impide comparar el porcentaje que estos proyectos representan dentro del conjunto de carteras de la banca española.

«La banca está particularmente expuesta al riesgo climático de transición por la acumulación de activos en sectores intensivos en carbono, que podrían convertirse en ‘stranded asset’ (activos varados)», ha señalado el abogado del IIDMA y coautor del informe, Quentin Aubineau.

En su estrategia de finanzas sostenibles y para promover un reporte informativo más transparente, la Comisión Europea propuso en abril una revisión del marco jurídico europeo en materia de divulgación de información corporativa sobre impacto ambiental y climático, que previsiblemente entrará en vigor a partir de 2024.

Sin embargo, el IIDMA defiende que las directrices de la Comisión Europea publicadas en 2019 en materia de divulgación de información sobre el clima «ya suponen una guía muy completa».

«Es esencial que se implementen las herramientas existentes. Si los bancos quieren mejorar sus reportes, ya disponen de recomendaciones precisas para divulgar información ambiental relevante», ha afirmado Quentin Aubineau.

En este escenario, el Instituto ha emitido una serie de recomendaciones, entre las que destaca la divulgación de indicadores clave, relevantes y comparables sobre las emisiones de emisiones de gases de efecto de sus productos financieros, sobre la exposición de sus carteras a sectores intensivos en carbono y sobre el impacto de su actividad en la biodiversidad y el medio ambiente.