Estas son las zonas del cerebro que se activan al escuchar diferentes tipos de música

-

La música nos acompaña en muchos momentos  a lo largo de nuestra vida. “La vida sin música sería un error”, dijo un filósofo, y lo cierto es que hay un ritmo, un estilo y un tono para cada uno de nuestros momentos emocionales y estados anímicos. Pocas experiencias más completas, envolventes y totales que el de estar escuchando nuestra canción favorita, o una melodía que nos despierta sentimientos, recuerdos del pasado o, simplemente, nos impulsa a bailar de forma descontrolada. Y como no podía ser de otra forma en esta nuestra era de la ciencia, hace ya mucho que los científicos se esmeran en desvelar qué sucede en nuestro cerebro cuando escuchamos música y cómo influye eso en nuestro organismo y nuestro comportamiento.

La cuestión no es solamente que la música nos acompañe cuando sentimos ciertas emociones, sino que es capaz de inducir a sentir una u otra cosa, según cuál sea la canción y el estilo de la música que estemos escuchando. La música nos cambia la cara, eso está clara, pero un grupo de neurocientíficos de la Universidad de Turku, en Finlandia, se propusieron descubrir si también nos cambiaba la actividad cerebral, y de qué modo. ¿Es posible saber qué tipo de música está escuchando una persona solamente a través de las ondas que emite su cerebro? La respuesta parece ser afirmativa. 

4
Miedo, alegría y tristeza

cerebro

De ese modo, cuando los sujetos están escuchando música, y pese a que no estén moviéndose, sí que tienen sentimientos de movilidad. Ese sería el motivo por el que se activa la corteza motora del cerebro. En el caso de las respuestas de miedo, sin embargo, los científicos observaron que se activaban las regiones subcorticales de ambos lados del cerebro. Entre las estructuras que respondían a estos estímulos, es decir, que veían aumentar su flujo sanguíneo, están el tálamo, el putamen y el cuerpo estriado. Todas ellas son estructuras ligadas a las reacciones más animales y primitivas de nuestro organismo. 

Para completar el estudio, los investigadores acompañaron en algunos casos la escucha de  música con la proyección de vídeos que producían emociones fuertes. Su intención, una vez más, era indagar en el cerebro de los participantes para ver de qué forma reaccionaba a los estímulos auditivos sumados a los estímulos visuales. En estos casos, la comparación era entre tres estímulos: ¿se activan las mismas áreas cerebrales ante canciones tristes, vídeos tristes y ante la tristeza propiamente dicha?