Esta es la hora en que deberías tomar tu último café del día

En esta cuestión cada cual tiene más o menos su rutina y sus costumbres ya establecidas. Para los cafeteros impenitentes, los que se pasan de la mañana a la noche con una taza de café en la mano, es posible que no haya límites. Pero para el común de los mortales tomarse un café más tarde de determinada hora es sinónimo de una noche en vela. ¿A quién no le ha pasado? Quedas con alguien para tomar un café por la tarde, caes en la tentación y, al día siguiente, estás con unas ojeras que te llegan hasta el cuello.

El café, eso lo sabemos todos, está hecho de cafeína. Se trata de una sustancia estimulante que ayuda a nuestro cuerpo a mantenerse activo y vigoroso. Y pasarse de la raya tiene luego factura. La cabeza nos da vueltas, no dejamos de pensar y nos resulta imposible cerrar los ojos para conciliar el sueño. Si no quieres que te pase eso nunca más, atiende a los consejos de los expertos en el tema.

Cafeína y adenosina

Café

La cafeína cumple su función bloqueando en nuestro cerebro la acción de la adenosina. Esta última es una sustancia que produce nuestro sistema nervioso y cuya función consiste en reducir la actividad de dicho sistema y darnos sueño. 

A medida que avanza el día estamos más cansados, y eso se debe a que aumenta la cantidad y la actividad de la adenosina. El café, entonces, sirve para reducir su efectividad y mantener al organismo activo. En términos médicos diríamos que el café es un antagonista de la adenosina que neutraliza aquellos receptores que regulan el sueño y el cansancio.