The Bluecoats es un juego que apareció en 1989 y trata de la Guerra Civil americana. Norteños contra sureños. Con el resurgimiento de los clásicos, vuelve este título que en España no fue muy conocido pero que en Estados Unidos tiene su encanto. Este juego de estrategia está basado en un cómic y llega ahora de la mano de Microids y Meridiem.
Encarnarás al sargento Cornelius M. Chesterfield y al cabo Blutch en un juego en el que tiene dos estilos muy diferentes. Un juego de estrategia por turnos y de estrategia en tiempo real. Pero nos encontramos el primer punto negativo. The Bluecoats no tiene modo multijugador. No entendemos que el juego original lo tuviera y este remake no lo incorpore. Pero bueno, aún así sigue siendo divertido.
Pasaremos la mayor parte del tiempo en el mapa. El mapa de Estados Unidos dividido en regiones. Al más puro estilo Risk iremos recogiendo soldados y moviéndolos de un lado a otro. Deberemos tomar el control de los territorios adyacentes y mantenerlos alejados de los enemigos y de otros factores como los indios.
Remake basado en el cómic Bluecoats
Hay ciertas casillas en el mapa que conviene tener controladas como los cuarteles, las costas. Por allí nos enviarán más tropas. Sin embargo, deberemos alejarnos del oeste, en donde los indios perpretan ataques y nos merman a los soldados. Controlar las estaciones de trenes también es importante. Así se irá ganando oro e iremos comprando más tropas.
El juego termina cuando controlamos todos los fuertes del mapa o cuando acabamos con todas las tropas enemigas. Como podéis adivinar, en The Bluecoats pelean los del norte contra los del sur. Así que en este modo de estrategia de puro tablero deberemos ir conquistando los territorios, ya decimos, como en el Risk.
En la segunda parte del juego tenemos las acciones en tiempo real. Son minijuegos que se activan según distintos hechos. Cuando atacamos un fuerte o nos defendemos pasaremos a un minijuego en el que deberemos eliminar a los soldados que se esconden tras los obstáculos. Deberemos estar a cubierto y eliminarlos, como los juegos arcade antiguos. Si fracasamos, perderemos el fuerte o no conquistaremos al enemigo, si ganamos, pues conquistaremos o defenderemos, dependiendo de la acción.
Otro juego es cuando pasa un tren de suministro de oro enemigo y tenemos a un soldado atravesando esa línea de tren. El soldado irá a caballo y viajará junto al tren. Debemos capturar el tren antes de que llegue al objetivo. Podremos movernos, saltar, agacharnos y los enemigos también podrán moverse. Hay que disparar y eliminarlos en primera persona mientras ellos también se mueven y evitamos los obstáculos.
2 pilares que le dan variedad
Cuando nos enfrentamos a otro soldado en un territorio se produce el tercer minijuego y dicta quién se quedará ese territorio. Es una batalla en tiempo real y hay que vencer con tres tipos de unidades: Cañones, soldados y caballería. Dirigimos hacia dónde va cada unidad y qué debe hacer. Todo en tiempo real. Cada tropa tiene unas debilidades y unas fortalezas y deberemos saber a quién atacar y con qué.
Quizás estas escaramuzas siendo el defensor son las que en peor situación te ponen porque le dan ventaja al atacante. Pero aún así es divertido el jugarlas en tiempo real y hacen que el juego no parezca repetitivo. Siempre tendremos alguna acción que hacer y la estrategia en el tablero es divertida. Es vital controlar todos los recursos para poder ganar.
Los gráficos tienen un estilo de dibujos animados que se asemeja mucho al cómic de The Bluecoats. Tiene mucho colorido y con animaciones que no destacan pero que no dan la impresión de juego actual. El sonido también cumple con melodías muy de la Guerra de Secesión y con buenos efectos. El juego, eso sí, viene traducido al español, lo que se agradece.
The Bluecoats: North vs South apareció hace más de 30 años para ordenadores. Solo los más viejos del lugar se acordarán de él. Es un remake de aquel juego que mezcla varios géneros y que es divertido para unas partidas rápidas en el transporte público. Microids y Meridiem nos lo traen para que lo volvamos a disfrutar.