Por qué le odian: las ‘cagadas’ de Bartomeu en el Barcelona

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El nombre de Josep Maria Bartomeu actualmente genera muchas opiniones encontradas. Aunque en el resto de España se le ve sin mucho interés y hasta alguien que ahora produce gracia; en Cataluña tiene algunos seguidores, pero la gran mayoría lo ven como el enemigo público número 1 y todo por sus ‘cagadas’ al mando del Barcelona. La caída en desgracia de el mandatario del club catalán no viene desde ahora, se ha intensificado con el paso de los; no obstante, es justo en este momento con el equipo en llamas que la mayoría del público lo relaciona directamente con todo lo malo que le sucede a los balugranas.

Bartomeu ingresó a la presidencia del conjunto catalán en el 2015 y desde entonces ha sumido a la entidad en una espiral negativa que en esta temporada terminó de estallar con ese 2-8 que le endosó el Bayern Múnich. A pesar de los títulos, las diferencias con una plantilla con la que ya tiene un divorcio total, los maltratos a esos jugadores que le han salvado en incontables ocasiones y una mala gestión que ha deparado en una crisis económica, al punto de que el equipo no puede fichar a nadie, completan un listado que tiene en un estado agónico al Barça. Sin embargo, hay algunas cosas puntuales que intensifican este mal momento que vive el equipo.

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Bartomeu despilfarró mucho dinero del club

La realidad dice que el equipo de Bartomeu tiene una deuda importante y solo logró cerrar las cuentas de este ejercicio gracias al «truco» que hizo con el trueque de Arthur y Pjanic con al Juventus. La mala gestión de un equipo que genera millones de euros, los enormes salarios de una plantilla envejecida, además de una política de fichajes errónea y muy «inocente», son los factores que provocaron la crisis económica del club. Pero en el punto de los fichajes, las altas contrataciones de los Coutinho (140 millones de euros), Griezmann (120), Dembélé (105); además de la pérdida que se tuvo con los André Gomes, Mina, Arda, Douglas y una larga lista de etcétera, suponen una perdida millonaria y el despilfarro de una fortuna que aumentó con una venta como la de Neymar y de la que ahora no queda nada.