Todos tenemos en cuenta que el cuerpo necesita de minerales; uno de los más elementales es el hierro. Curiosamente, observamos que hay muchísimas personas que, al día de hoy, sufren de la falta de esta sustancia en su organismo. Sin embargo, la otra cara de la moneda es de los que tienen un exceso del mismo. Esto nos lleva a traer a colación el hecho de que los excesos son malos, y nuestro esqueleto es una máquina perfecta para emitir señales cuando existen desórdenes de manera interna.
Aunque no lo creas, concentrar grandes cantidades de hierro no es una buena idea de cara a tu salud. Es uno de los problemas que ha aparecido en ese listado de padecimientos más frecuentes que deben pasar las personas; las manifestaciones siempre están por doquier. Cuando surge este escollo, realmente puedes verte en cuadros muy desalentadores que ya te diremos cuáles son y de qué manera se hacen presentes.
La llegada de la hemocromatosis
Quizás te resulta un término muy extraño, pero es una de las enfermedades más habituales cuando una persona tiene en su cuerpo el nivel de hierro bastante elevado. Vale mencionar, que en gran parte, este tipo de casos clínicos son de carácter genético, mediante el cual, el organismo de la persona no tiene la capacidad de absorber de una forma favorable esta ingesta.
La dieta entra en juego, ya que, has de revisar exactamente cuáles son los alimentos que estás incluyendo. Si tomas este mineral de manera constante, puedes verte en esta situación que puede ser el punto de partida para otros dilemas de salud que podrían ponerte entre la espada y la pared.
Problemas en la sangre
La sangre tiene una importancia enorme en aras de lo que es el proceso de transporte de oxígeno, así como también de los mismos nutrientes que irán alojados a muchas partes del cuerpo. Gozar de una salud en la sangre, implica sustancialmente que todo en el organismo pueda funcionar de forma adecuada. Es una fuente de vida para el cuerpo. Ahora bien, un exceso de hierro trae consecuencias directas en la sangre.
De hecho, en menos de lo que te imaginas tu sangre comenzará a sufrir los embates de este desnivel en el cual no existirá el traslado de oxígeno ni mucho menos dióxido de carbono, y las demás sustancias a tus órganos como los riñones, pulmones y sistema digestivo. Es una disyuntiva de grandes riesgos, pudiendo inclusive, llevar a la muerte.
Podrías padecer de anemia
Es importante que conozcas cuáles son las verdaderas implicaciones de tener mucho hierro en el cuerpo. Porque, quizás considerabas que no había nada que temer, pero sí lo hay, y muchísimo. Se tiene en cuenta de la anemia como uno de los síndromes que podrían llegar de manera imprevista a tu vida, ocasionando que tu sangre que, previamente ha estado afectada por el hierro, empiece a disminuir la cantidad de glóbulos rojos realmente sanos.
Es decir, son consecuencias que vienen enraizadas de la hemocromatosis; se van haciendo parte ya no de una sola enfermedad, sino de muchísimas que son de temer bajo cualquier circunstancia. No podemos dejar a un lado que la anemia es un afectación que aqueja a millones de personas en todo en el orbe según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ante la proliferación de glóbulos rojos disfuncionales, los médicos atañen que el flujo de oxígeno que deberían llegar a los órganos no será suficiente como para poder ejercer sus funciones naturales.
Problemas hepáticos
El equilibrio es la palabra clave para determinar la presencia que debería tener el hierro en tu cuerpo. Al momento en que se transforma en exceso, llegan los problemas. A esta lista de escenarios, tenemos que hacer mención a los hepáticos.
No se escapan para nada de esta realidad vinculante, por lo que es fundamental el chequeo de un médico para conocer cómo están los valores en el cuerpo. Y es que, cualquier afectación que pueda radicar en el hígado, tendría efectos adversos que acarrea daños muy severos. Inciden negativamente en que el órgano no tenga el funcionamiento más adecuado.
Puedes verte en peligros con una hepatitis C, en la que se harán notar las inflamaciones; está la hepatitis B, y por si fuera poco, la cirrosis hepática. Una de las señales que te avisan de que estás pasando por este lamentable episodio es el dolor abdominal, el cambio en el color de la piel y los ojos. El resultado final te lo daría un especialista, a través de exámenes de laboratorios para descartar una posible patología.
Estrés oxidativo como consecuencia del exceso de hierro
Si tienes mucho hierro en el cuerpo, tu salud podría verse en vilo ante el impacto del estrés oxidativo. Seguramente te preguntarás de qué va realmente esta problemática. Te contamos que se trata de un mero desequilibrio, aspecto que va muy en sintonía con el exceso de hierro que hemos venido esquematizando.
En este sentido, al existir una especie de desbalanceo en las células que forman parte de tu organismo, las mismas se verán afectadas porque los llamados radicales libres han aumentado y desafortunadamente los antioxidantes habrán disminuido.
Dicho de otro modo, cuando concentras mucho este mineral, al tiempo una cantidad tan abrupta, podría ocasionar que tus tejidos se dañen. Envejecerás más rápido, tu piel lucirás con demasiadas arrugas, manchas, puedes padecer de presión arterial, problemas en el corazón, y debilidad en los músculos.
Los malestares generales se hacen evidentes por el descontrol en el hierro
El cuerpo por lo general emite muchas señales cuando existe un descontrol en el mismo. No solo sucede con el hierro, sino con múltiples padecimientos que antes de causar estragos, ya el organismo suele enviar diversos mecanismos de alertas que se suelen pasar por alto.
Si embargo, el hierro, a pesar de su relevancia, tiene un lado perjudicial cuando lo tienes en enromes cantidades, que debes saber varía diariamente según la edad y género. En tal sentido, puedes verte en malestares abdominales, es probable que pierdas las ganas de comer, abriendo paso a una debilidad que nunca antes la habías experimentado.
Asimismo, se sabe que provoca vómitos, náuseas y fatiga. Y es que, si pensabas que el hierro elevado era inocuo, aquí tienes una muestra de que no es así, ejerce implicaciones que te harán reorientar tu dieta de la mano de un especialista.
Tu cerebro se verá afectado por el hierro
Es bien sabido por todos que el cerebro es el órgano por excelencia que mueve toda actividad humana, sin él, tu sistema nervioso central no tuviera vida. A partir de allí, es que podemos considerar que cualquier acto racional va atado a esta parte del cuerpo que es vida, así como el corazón. No obstante, el hierro elevado es un enemigo silente que aniquila tu mente y la conciencia.
Un nivel óptimo de este mineral habla del funcionamiento adecuado de los neurotransmisores y todas las funciones de la masa encefálica. En un caso adverso, los mecanismos bioquímicos se verán perjudicados, no habrá una correcta actividad endocrina, pudiendo padecer de problemas de memoria y dificultades de aprendizaje.
Consejos
A sabiendas de lo que puede ocurrir en tu cuerpo si tienes demasiado hierro, es preciso saber cómo mantener un equilibro del mismo. Allí está la clave para que el organismo funcione correctamente. Bajo estas circunstancias, la alimentación es el objetivo. Es por ello, que te recomendamos lo siguiente:
- Toma agua de limón
- Incluye verduras de hojas verdes
- Las frutas son importantes
- Apúntate a la zanahoria
- Come arroz, trigo y maíz
- Minimiza los críticos
- Haz ejercicios