El Festival Internacional en el Camino de Santiago ha finalizado por todo lo alto con un evento memorable en la majestuosa catedral de Jaca. Este viernes se celebró el esperado concierto del grupo Schola Cantorum Paradisi Portae, poniendo el broche de oro a un agosto repleto de ritmo, historia y cultura en el Alto Aragón.
La magia de la música gregoriana resucita en el camino
El concierto de Schola Cantorum Paradisi Portae no fue solo un evento musical, sino que se convirtió en un viaje al pasado, recreando las raíces culturales que, a día de hoy, sostienen la vibrante escena artística actual. El grupo de origen zaragozano, liderado por Alberto Cebolla, transportó a los asistentes hacia un mundo de canto gregoriano, con un homenaje especial al oficio de la traslación de San Indalecio. Desde las 22:30 horas, la catedral de Jaca se colmó de sonidos ancestrales que narraron la fascinante historia del santo.
Estos sonidos milenarios evocaron episodios significativos: las antífonas y responsorios entonados en maitines describieron vívidamente la misión de San Indalecio en Hispania, su papel como obispo de Urci —en la actual Almería— y el solemne traslado de sus reliquias hasta San Juan de la Peña. La música, al sumergirse profundamente en las horas de laudes y segundas vísperas, otorgó a la audiencia una visión amplia de la espiritualidad del santo y su rol intercesor trascendental.
Una trayectoria dedicada a revivir la historia sonora
Fundada en Zaragoza en la primavera de 2016, Schola Cantorum Paradisi Portae ha dedicado su existencia a la difusión del rico legado del canto gregoriano y las primeras formas de polifonía. Con más de mil años de tradición encapsulados en su repertorio, su enfoque artístico se basa en la investigación minuciosa de las fuentes originales, respetando los principios de la estética de la semiología gregoriana. Interpretan con rigor y pasión composiciones que encapsulan el alma de épocas pasadas, abarcando incluso las complejidades del repertorio vocal renacentista.
La agrupación ha ofrecido conciertos por toda la geografía española, ganando prestigio en eventos de renombre como el Ciclo de Canto Gregoriano de Cuenca, las Jornadas de Canto Gregoriano Ciudad de Ávila y numerosos otros festivales. Su presencia en plataformas tan diversas destaca un enfoque de colaboración cultural que mira tanto hacia el pasado como hacia el presente.
Los nuevos horizontes
Mirando hacia el futuro, Schola Cantorum Paradisi Portae continúa innovando y expandiendo sus horizontes musicales. Entre sus proyectos más ambiciosos se encuentra una inmersión en la polifonía internacional del Ars Nova, un movimiento que simboliza una de las evoluciones más significativas en la música medieval. Además, el grupo está comprometido con la recuperación y revitalización del repertorio conventual y monástico aragonés, un tesoro cultural que exige un esfuerzo continuo por su preservación y difusión.
La versatilidad del grupo no se limita a los tradicionales eventos musicales. Sus recientes colaboraciones incluyen presentaciones en Santa María del Pi (Barcelona) durante las pasadas navidades, reviviendo el ‘Misteri dels tres reis d’Orient’, así como su participación en el espectáculo multidisciplinar Juana, al lado de La Ribot y OCAZEnigma. Este enfoque ecléctico subraya la capacidad de la Schola para fusionar la historia tradicional con expresiones contemporáneas de la música y el arte.
Un cierre sublime para un festival inolvidable
El Festival Internacional en el Camino de Santiago en Jaca no solo sirve como punto de encuentro para apasionados de la música antigua, sino que también refuerza los lazos que unen el arte y la devoción popular en el corazón del Alto Aragón. La culminación de este festival con el concierto de Schola Cantorum Paradisi Portae fue un testimonio del poder del arte para conectar tiempos, lugares y personas.
El arte y la historia, entrelazados a través de la armonía, enriquecen nuestras vidas y nos recuerdan la belleza de compartir nuestro legado cultural. Con cada nota, la música lleva su eco hasta nuestros días, protegiendo la herencia cultural para las generaciones venideras. Schola Cantorum Paradisi Portae palpita con esa misión, y su paso por el festival de Jaca deja un legado sonoro y espiritual imposible de olvidar.