En un importante operativo policial llevado a cabo por los Mossos d’Esquadra, se ha desmantelado una organización criminal que se dedicaba a la elaboración, distribución y venta de golosinas, chocolatinas y otros snacks infusionados con cannabis desde un laboratorio ilegal en Badalona, Barcelona. Este caso pone de manifiesto la creciente preocupación por el consumo de drogas disfrazadas como productos alimenticios, lo que supone un grave riesgo para la salud de los consumidores.
La investigación, iniciada en enero de 2024, ha logrado desarticular esta red delictiva, deteniendo a cinco personas e incautando una importante cantidad de productos y equipos utilizados para la fabricación de estos alimentos adulterados.
EL CAMBIO EN EL CONSUMO DE MARIHUANA
Según las autoridades, el grupo criminal vendía estos productos alimentarios infusionados con THC, el componente psicoactivo del cannabis, tanto a nivel local como internacional. El jefe de la Unidad Central de Consumo de la División de Investigación Criminal (DIC), Santi López, ha advertido que la ingesta de estos snacks puede ocasionar un grave riesgo para la salud de las personas, ya que están dirigidos a consumidores habituales de marihuana y no a la población en general.
López también ha señalado un cambio en el consumo de la marihuana, que ahora se fuma y también se come. Esto le preocupa, ya que, según sus declaraciones, «se está normalizando» su ingesta y «banalizando el riesgo que supone el consumo de droga». Además, ha explicado que hay un potencial consumo mayor de cannabis comido que fumado, debido a que la persona tarda más en notar el efecto de la droga ingerida.
Es importante destacar que la venta de estos productos infusionados con cannabis no solo supone un riesgo para la salud pública, sino que también está vinculada a delitos contra la propiedad industrial y la pertenencia a un grupo criminal organizado.
EL FUNCIONAMIENTO DEL GRUPO CRIMINAL
La investigación policial permitió localizar el laboratorio ilegal donde se elaboraban los snacks infusionados con THC y decomisaron un «gran volumen» de estos productos, así como la maquinaria necesaria para su fabricación. Según las autoridades, el grupo criminal trabajaba y elaboraba los snacks bajo demanda, lo que dificultó cuantificar el volumen total de productos distribuidos.
El líder de la organización, un hombre de 35 años de nacionalidad italiana, coordinaba las tareas de elaboración y controlaba la actividad comercial para asegurar el éxito de las operaciones ilícitas. Además, había otras personas encargadas de distribuir los pedidos y de alterar los productos de marcas reconocidas, reenvasándolos con un packaging similar al original, pero con una serigrafía de una hoja de marihuana y la cantidad de THC adicionado.
Los investigadores también descubrieron que el grupo criminal utilizaba una aplicación de mensajería para dar a conocer su catálogo de productos y precios, y que la única forma de pago aceptada eran las criptomonedas, lo que les permitía evadir el sistema financiero tradicional.
EL IMPACTO Y LAS MEDIDAS ADOPTADAS
Durante el operativo, los Mossos d’Esquadra incautaron una importante cantidad de alimentos preparados para su infusión con THC, así como centenares de productos de acondicionamiento para la venta de los alimentos alterados, como adhesivos, cajas y etiquetas. Además, encontraron bolsas con marihuana y cerca de 62.000 euros en efectivo.
Los movimientos de criptomonedas vinculados al grupo criminal ascendían a aproximadamente 480.000 dólares, lo que evidencia la magnitud de las operaciones y los lucros obtenidos mediante esta actividad ilícita.
Como resultado de este operativo, los Mossos han reforzado el canal de comunicación con Andema, la Asociación para la Defensa de la Marca, con el objetivo de estrechar la colaboración y fortalecer la lucha contra la falsificación de productos.
El director general de Andema, Gerard Guiu, ha hecho un llamamiento a los consumidores para que compren productos auténticos en lugares oficiales, ya que las falsificaciones pueden conllevar un peligro para la salud y la seguridad.
En conclusión, este caso pone de manifiesto la creciente preocupación por el consumo de drogas disfrazadas como productos alimenticios, lo que supone un grave riesgo para la salud pública. Las autoridades han demostrado su compromiso en la lucha contra este fenómeno emergente, desarticulando una red criminal dedicada a la elaboración y distribución de snacks infusionados con cannabis.
Sin embargo, es fundamental mantener una vigilancia constante y fortalecer la colaboración entre las fuerzas de seguridad, las asociaciones de marcas y los consumidores para abordar eficazmente este desafío.
